Con tal de satisfacer su pasión y las ganas de entretener a otros, muchos deciden meterse a una disciplina en la que tienen que exponer su físico, el tiempo y, además, invertir un montón de plata. Esta es la realidad que enfrentan todos los que se dedican a la lucha libre en Costa Rica.
En países como Estados Unidos, México, Japón o Inglaterra una persona que tenga el tiempo, la dedicación y el talento puede decida dedicarse a la lucha libre, hacer una carrera y vivir de esta actividad, pero en Tiquicia eso todavía se ve lejos, por lo que para muchos, su recompensa es ver a la gente entretenerse.
Actualmente, existen al menos tres empresas consolidadas en Costa Rica que hacen sus shows semana a semana o quincena a quincena para complacer al grupo de fiebres que suelen acompañarlos y al que cada vez se va sumando más gente.
Mostrar su talento en convenciones, centros comerciales, festivales ha sido una de las estrategias para ir creciendo en una disciplina que es cuestionada sobre sus resultados, ya que a mucha gente le cuesta entender su concepto, pero desconocen que todo ese esfuerzo y sacrificio, puede salir muy caro, debido a un mal golpe o movimiento.
Hablamos con Káiser, uno de los luchadores más experimentados del país, que nos contó qué implica dedicarse a la lucha en Costa Rica y tratar de erradicar algunas ideas erróneas que se tienen sobre esta disciplina.
-¿Es muy complicado dedicarse a esto?
Mucho porque no te puedes dedicar única y exclusivamente a esto, normalmente todos nosotros tenemos nuestros trabajos y otras cosas que hacemos, además de sacar tiempo para todo eso, tu vida personal, te toca sacar tiempo para entrenar, porque esto requiere mucho entrenamiento. Requiere muchísima disciplina, entrega y tiempo extra. Además de otros detalles a los que le tienes que dedicar tiempo, es de mucho esfuerzo en realidad.
Luego está el otro aspecto, la inversión que tienes que hacer en temas como gimnasio, fisioterapeutas, es una disciplina en la que es habitual resentirse y llevar muchos golpes debido a las caídas y diversas movidas. También se debe invertir en vestuario, trajes, botas, cintas, todo tiene un costo.
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Un traje de lucha ahorita puede andar rondando los ¢75 o ¢100 mil depende de qué tan complejo sea, unas botas alrededor de ese precio, normalmente tenés varios trajes, pensar en suplementos alimenticios, proteínas, gasolina, pasajes. El día de show pasás todo el día acá, hay que comprar alimentación, hidratación, es una inversión fuerte de entrada.
Es vacilón, porque, además, de comprar trajes y equipos, acá es más caro que mandarlo a traer de afuera, normalmente lo pedimos de México, Panamá o Estados Unidos, sale más barato así. Además, de que encuentras mejor calidad y más posibilidades para elegir.
Un luchador todoterreno
Káiser, actualmente, compite en la empresa Riot Wrestling Alliance o RWA, que tiene tres años en el país y realiza shows cada quincena y un evento especial por mes o un poco más. Como parte de su crecimiento, casi que desde su inicio los shows los transmiten por TD Más.
Este domingo, de hecho, tienen un show llamado “United We Stand” en Catharsis Heredia, a partir de las 5 p.m. el cual tarda unas tres horas y constará de siete luchas por un costo de diez rojos el boleto. Las entradas se pueden conseguir por la página de Facebook de la compañía.
Otro punto que enfrentan es traer luchadores famosos a nivel internacional que han estado en empresas como WWE, AEW y de México, Japón y otras empresas gringas a una escena que aún es amateur. Invitados que vienen, además, a compartir sus experiencias y aumentar el nivel de los ticos.
A los invitados, obviamente, sí hay que pagarles, eso ha sido todo un reto, pues no solo ayudan a subir el nivel, también son un gancho para atraer a más público.
“Creo que este es un país que la lucha libre puede explotar, cuando vamos a lugares donde le damos exposición al deporte que la gente normalmente no conoce se queda viendo, lo hemos visto en centros comerciales, en convenciones. Muchos no saben que se hace lucha libre en Costa Rica. Acá el tema es que el aficionado se vuelva recurrente, que vaya a los shows y empiece a consumir el producto, es la manera que tenemos para crecer en el gusto de todos”, finalizó.