“Pasan las horas y no sé nada, me da por pensar lo peor", dijo Horacio, el padre del futbolista argentino Emiliano Sala que viajaba en una avioneta desaparecida el lunes por la noche sobre el canal de la Mancha.
“No sé nada, nadie me habló, ni un llamado de la embajada, del club, de nadie”, dijo la tarde de este martes a la prensa en Progreso, 600 kilómetros al norte de la capital argentina, donde reside la familia del jugador.
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El futbolista de 28 años acababa de firmar su pase del Nantes francés al Cardiff City, club galés que compite en la primera división inglesa.
“Hablé con él el domingo, estaba muy contento porque se iba a ir a un club más grande, me dijo que le gustaba, que estaba jugando bien”, recordó su padre acongojado hasta el llanto.
Horacio, chofer de un camión, confesó que supo lo sucedido a través de la televisión.
“Lo único que quisiera es que lo encuentren, esperamos una buena noticia”, dijo con la cabeza gacha y la voz entrecortada.
Más temprano, Mercedes, la madre del futbolista que fue revelación en 2018 en la liga francesa, contó que había hablado con el jugador poco antes de la partida de la avioneta.
“La última vez que hablé con Emi fue antes del despegue y él estaba muy feliz en el mejor momento de su carrera. El avión que lo trasladaba era del presidente del Cardiff”, declaró la madre al canal C5N.
"Pese a la distancia siempre nos vemos y estamos en contacto con Emiliano. Si no venía él, iba yo para allá”, agregó la mamá.
Jaló a Francia hace 12 años
Nacido en Colonia Cululú, un pueblo de 300 habitantes en la provincia de Santa Fe donde vivió hasta los tres años, el delantero comenzó a patear bola a los cuatro años y nunca paró. La familia se mudó después a Progreso, una pequeña ciudad de tres mil habitantes a unos 600 kilómetros al norte de la capital argentina.
“Desde los cuatro empezó y después se destacó y se destacó. Estuvo en el club San Martín de Progreso y a los 15 años se fue a perfeccionar a San Francisco (Córdoba), donde había una escuela del club francés Bordeaux. A él le gustaba y fue. Se fue a probar a Francia a los 16 años. Yo fui a hacer todos los papeles de ciudadanía italiana”, recordó el padre.
“Estamos todos realmente shockeados. Esperamos el milagro”, dijo Daniel Ribero, presidente del club San Martín de Progreso.
"Es una situación tan difícil, tan dolorosa, de tanta incertidumbre que nos cuesta desenvolvernos.
"En Progreso tenemos el pecho bien inflado por Emiliano, por todo lo que ha logrado. De un club tan chiquito él llegó adonde llegó. Lo hizo con mucho sacrificio, con mucha perseverancia, siempre lo pongo como ejemplo de profesionalismo”, afirmó.
Martín Molteni describió a Sala , su amigo de la infancia a quien visitó el año pasado en Nantes, como un hombre “de gran generosidad”.