Cuatro jugadores expulsados en los últimos dos juegos, así como la fiesta que se pegó este sábado Marcos Ureña en el concierto Picnic y que le costó una multa de medio salario, son señales de que al León manudo le falta una buena dosis de autoridad.
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Jonathan McDonald se fue expulsado ante Limón al sumar una amarilla por reclamar y otra por una falta contra un rival, mientras el portero Leonel Moreira también jaló expulsado, pero por protestar una decisión al árbitro central, Ricardo Montero, en la que se le cayó el diccionario pues le dijo: “Hijueput.. cagón, sos un cagón”.
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En ese partido también vio la amarilla el panameño Adolfo Machado por reclamar, quien suma 5 amarillas y no jugará este miércoles ante Pérez Zeledón.
Pero las jupas calientes manudas no se quedaron ahí, ya que el 22 de febrero fue Marcos Ureña el que vio la roja por reclamar y con malacrianza incluida. El hombre se chiveó por una falta que le hicieron y que el central Juan Gabriel Caldeón no pitó, por lo que Marquitos se quedará sin jugar cuatro juegos (ya cumplió uno). Ese día también expulsaron a Ariel Lassiter, quien recibió dos fechas de castigo que cumplirá este miércoles ante Pérez.
Cuando se dio la sanción de Ureña, el Bigmac opinó y hasta ofreció su ayuda para aconsejarlo, no obstante, ahora él dejó renco a una Liga que no gana nada un título desde hace más de seis años.
Ante este panorama, los rojinegros quedan limitados para juegos tan importantes como el de este miércoles ante Pérez Zeledón y el del otro fin de semana fin de semana contra el Herediano.
Lo de Leo es más grave, pues es uno de los mejor pagados en el club y llegó para darle experiencia a un puesto muy cuestionado, ya que Adonis Pineda y Mauricio Vargas no se han ganado la confianza de la afición.
Como si esto fuera poco, las declaraciones del técnico Andrés Carevic y del gerente deportivo Agustín Lleida dejan ver que los jugadores como víctimas, así que no ven como falta de profesionalismo reclamar por las faltas.
“A (Leonel) Moreira lo entiendo porque si alguien le falta el respeto uno reacciona, no lo estoy defendiendo, pero normalmente vas a reaccionar. De igual manera hay que hablar, no podemos reaccionar y nos vamos a tener que aguantar si los criterios arbitrales no están parejos para nosotros”, indicó Carevic este domingo.
Falta profesionalismo
José Manuel Chinimba Rojas, fiel a hablar sin pelos en la lengua, aseguró que lo que pasa en Alajuelense es falta de profesionalismo, pues en la cancha, el resultado que obtenga un equipo es responsabilidad de los jugadores y no del árbitro.
“Nunca he visto que cuando un jugador bota la bola o un gol, el árbitro les diga: ‘¡qué malo sos!’”.
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“Esa es la a excusa barata (echarle la culpa al réferi), el árbitro no va a cambiar de decisión porque le griten o le reclamen. Estos jugadores son viejos, de más de 30 años, no son chiquitos”, señaló el exjugador.
Rojas contó que cuando jugaba lo expulsaban por una entrada fuerte al rival, pero no por meterse con el árbitro porque ya se sabe que eso no se hace.
“Es una máxima que nos metieron los maestros en Barrio México”, añadió el también comentarista.
Sobre las palabras de Lleida y Carevic diciendo que los réferis les dicen cosas a los jugadores y por más que traten de contenerse llega un momento en el que no pueden, Chinimba tampoco les compra el discurso.
“Justifican lo injustificable, desvían la atención y eso es una vagabundearía. Es hora de que los doce equipos dejen de reclamarle a los árbitros porque si ellos actúan mal, existe una comisión que los sanciona”, añadió don José.
Rojas ironizó diciendo que como Carevic ha hablado tanto de rotaciones, pues ahora las podrá hacer con tanto jugador que tiene sancionado.
Quisimos hablar con algún directivo manudo sobre este tema y llamamos al vocal Federico Calderón, sin embargo, no contestó nuestras llamadas.