Jorge Vergara, exdueño del Saprissa y quien salvó al equipo de la quiebra en el año 2003, falleció este viernes.
La noticia la confirmó Amaury, hijo del empresario, mediante un comunicado de prensa.
Vergara falleció a los 64 años de edad a causa de un paro cardiorrespiratorio, en los últimos tiempos su salud se vino a menos según el reporte de diversos medios.
Lamentamos profundamente el fallecimiento de nuestro expresidente, Jorge Vergara Madrigal. Paz a sus allegados. #GraciasVergara
Posted by Deportivo Saprissa on Friday, November 15, 2019
“Con profunda tristeza y dolor en mi corazón, les quiero comunicar que mi padre, Jorge Vergara Madrigal, presidente fundador de Grupo Omnilife Chivas trascendió de esta vida a causa de un paro cardiorrespiratorio el día de hoy 15 de noviembre en la ciudad de Nueva York”, indicó la nota.
Amaury confirmó que su papá se fue en paz y tranquilo.
“Partió rodeado de luz, en compañía de nuestra familia, lleno de amor y bendición por el profundo cariño de muchos de ustedes que siempre le hicieron llegar”, indica el comunicado.
Vergara fue dueño del Saprissa hasta el 2011 cuando el grupo Horizonte Morado compró el equipo al mexicano.
Fue el salvador de Saprissa
Para nadie es un secreto que el mexicano fue el salvador del club morado, quien llegó a salvar la tanda cuando al Monstruo ya no le daba más la cuerda en lo económico.
Por casi seis meses un grupo compuesto por Hernán Medford, Jeaustin Campos, Manuel Muñoz, quien era el jefe de prensa Saprissa y Jorge Alarcón pulsearon que el azteca se metiera en el club para salvarlos de la quiebra.
Medford, hoy técnico del Cartaginés, fue figura clave en ese momento y comentó a La Teja que don Jorge llegó porque ningún empresario costarricense les dio bola para hacer frente a las deudas que tenía el club.
“Es el responsable que el equipo no desapareciera, es una noticia muy triste, los saprissistas deben agradecerle de por vida su aporte porque respetando todas las otras épocas, creo que forjó la mejor época del Saprissa”, indicó.
Medford se enteró de la noticia por los medios de comunicación y diversos periodistas que lo llamaron este viernes para saber que sentía por la muerte de quien le dio su primera oportunidad como entrenador.
"Yo creo que sin Vergara muy difícilmente el equipo se hubiera sostenido, fue un trabajo de cinco o seis meses para poderlo convencer y al final lo logramos, la situación era muy caótica.
“Hay gente que no aprecia o entiende lo que pasó porque no sabía lo que estaba pasando, para uno que estaba adentro la situación era de uno o dos meses más y yo creo que no se podía seguir”, explicó Hernán.
Medford, quien estaba recién retirado, recordó que a inicios del 2003 tuvo las últimas reuniones con el mexicano hasta que el 23 de febrero se dio a conocer de manera oficial que el grupo Omnilife, propiedad de Vergara, había adquirido el 51% de las acciones en poco más de cuatro millones de dólares (más de tres mil millones de colones al tipo de cambio actual).
"El primer título que Vergara ganó en el fútbol fue con Saprissa y él fue muy contento a subir a un podio internacional con el tercer lugar en el Mundial de Clubes, él disfrutó mucho eso y los campeonatos ganados.
“Los saprissistas deben estar muy agradecidos con él, uno en esta vida debe ser agradecido, yo que estaba muy cerca de la crisis de Saprissa sabía lo que estaba pasando y sin él todo hubiera sido muy difícil, además, él al final dijo: ‘si yo vendo el equipo, se lo vendo a ticos’ y así lo hizo”, indicó Hernán.
Grato recuerdo
Otro que se quedó con un grato recuerdo fue Jorge Alarcón, quien funcionó como la mano derecha de su tocayo en Costa Rica y lamentó su muerte, además de resaltar su legado.
“Hay que preguntarle al fútbol tico qué recuerdo le deja al fútbol Jorge Vergara, al Saprissa, a la Sele. Él implementó cosas que fueron una piedra angular para el éxito de la selección en Brasil 2014”, comentó Alarcón a La Teja.
El gerente de Jicaral Sercoba recordó que la última vez que habló con Vergara fue hace como año y medio, pero para ese momento no estaba enfermo.
“Creo que la mayor enseñanza que deja es que sin ser una persona de fútbol, analizó, estudió y dejó que quienes sí sabían trabajaran en ello y de ahí vino su éxito.
"Para mí fue un excelente hombre, cabal, un excelente dirigente, supo ordenar y hacer, dejaba trabajar”, agregó.
Agradecido
Otro personaje que nos habló del legado de Vergara fue Jeaustin Campos, quien fungió como gerente deportivo y entrenador en la época del mexicano, con quien quedó sumamente agradecido por darle ese primer empujón.
"Hay un muy buen recuerdo de don Jorge desde el punto de vista personal y profesional, fue bajo su mando que tuve la oportunidad de trabajar fuera de ser jugador de fútbol.
“Dos veces se la jugó conmigo, tengo un eterno agradecimiento hacia él como se lo dije, hoy soy lo que soy y tengo mi carrera gracias a ese primer empujón que me dio don Jorge Vergara, por lo que se volvió una pieza importante en mi trayectoria deportiva”, indicó Campos.
Jeaustin también cree que sin Vergara el futuro de Saprissa era muy complicado, además que le dio al club un salto de calidad.
“Él llegó en un momento crucial y debemos de agradecerle la posibilidad no solo de que el Saprissa siguiera funcionando, sino que se llevara a un nivel superalto al club y de la manera cómo siempre lo manejó”, indicó Campos.
Para Campos, Vergara fue inteligente por las personas que puso a su lado al no ser un hombre de fútbol sino un empresario, lo que hizo crecer el nivel del fútbol nacional en grande.
“Por medio de personas como Hans Westerhof, adelantó el fútbol de Costa Rica diez o quince años, con la metodología, estructura, trabajo, la manera de captar el fútbol que trajo, hizo surgir muchos talentos”, comentó.
El entrenador cerró recordando una anécdota que pasó junto a don Jorge en Japón, en la época del Mundial de Clubes.
"Después de ganar el primer partido estábamos en Toyota (ciudad de Japón), íbamos para el hotel y el paró el autobús en el que íbamos y nos dijo que fuéramos a comer a un restaurante muy bonito que había por ahí.
"Fuimos, comió todo el equipo en un restaurante lujoso y cuando llegó la cuenta era de cuatro o cinco mil dólares, una cosa así. Fue la primera y única vez que vi una cuenta de ese tamaño.
“Don Jorge Alarcón y yo no asustamos a la hora de pagar, él no andaba dinero, solo llegaba, preguntaba cuánto era y a quien llevaba sus tarjetas nada más le decía, ‘bueno, pague’. Nos invito a todos esa vez”, recordó Jeaustin.