O.J. Simpson, la estrella del fútbol americano de la NFL que se hizo mundialmente famoso por el juicio que enfrentó por los brutales asesinatos de su mujer y un amigo, falleció este miércoles a los 76 años de edad.
Ese veredicto fue conocido como el juicio del siglo y resultó en una absolución en 1995.
“El 10 de abril, nuestro padre, Orenthal James Simpson, sucumbió a su batalla contra el cáncer”, decía un mensaje firmado por la familia en la red social X.
On April 10th, our father, Orenthal James Simpson, succumbed to his battle with cancer.
— O.J. Simpson (@TheRealOJ32) April 11, 2024
He was surrounded by his children and grandchildren.
During this time of transition, his family asks that you please respect their wishes for privacy and grace.
-The Simpson Family
Simpson fue declarado inocente por apuñalamiento en 1994 de su exesposa Nicole Brown Simpson y su amigo Ronald Goldman en Los Ángeles.
Pero luego, fue condenado por cargos de robo a mano armada y secuestro en un hotel de Las Vegas y lo pagó con nueve años de prisión en el 2008.
El juicio
En el juicio por la muerte de su exmujer, el exjugador se convirtió en sospechoso. Se le ordenó entregarse a la policía, pero cinco días después de los asesinatos huyó con un antiguo compañero de equipo.
Una persecución a baja velocidad por la zona de Los Ángeles terminó en la mansión de Simpson, que posteriormente fue acusado de los asesinatos. Esa persecución fue transmitida en vivo.
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Lo que siguió fue uno de los juicios más notorios de la América del siglo XX y un circo mediático. Lo tenía todo: un acusado famoso y rico; un hombre negro acusado de matar a su exmujer blanca por celos; una mujer asesinada tras divorciarse de un hombre que la había golpeado; un “dream team” de abogados defensores carismáticos y caros; y una gran metida de pata de los fiscales.
Simpson, que al principio del caso se declaró “absolutamente inocente al cien por cien”, saludó a los miembros del jurado y pronunció las palabras “gracias” después de que el jurado, compuesto en su mayoría por 10 mujeres y dos hombres de raza negra, le absolviera el 3 de octubre de 1995.
Los fiscales argumentaron que Simpson mató a Nicole en un ataque de celos y presentaron numerosas pruebas de sangre, pelo y fibras que vinculaban a Simpson con los asesinatos. La defensa alegó que el famoso acusado había sido incriminado por policías blancos racistas.
El juicio conmocionó a Estados Unidos. En la Casa Blanca, el Presidente Bill Clinton abandonó el Despacho Oval y vio el veredicto en el televisor de su secretaria.