Marvin Caravaca siempre está detrás de las mejores imágenes noticiosas, con su lente y sus años de experiencia, es uno de los fotógrafos más destacados del Grupo Nación, pero este miércoles, a él le tocó ser parte de la noticia, luego de un encuentro cercano con el portero Keylor Navas.
Caravaca fue al estadio Ricardo Saprissa con la misión de tomar alguna imagen de Navas cuando saliera del estadio, pues el portero despierta la admiración de muchos aficionados. Caravaca fue a eso de las 10:30 de la mañana y la verdad no sabía si el guardameta estaba en el estadio o ya había salido.
Llegó justo cuando el bus de los Hermanos Alpízar estaba esperando a los jugadores que iban para Guápiles, a enfrentar el torneo de Copa ante el Santos.
Había tres aficionados más, que buscaban la opción de que el guardameta los saludara, firmara una camiseta o se tomara una foto.
Todos tuvieron suerte. Luego de un rato de espera, salió un Toyota blanco, con las ventanas abajo, que se detuvo cerca del portón y bajó los vidrios. Era Navas.
El guardameta empezó a firmar camisetas y banderas de los jóvenes que estaban allí, pero conforme pasaron los minutos, más personas se fueron sumando.
Según cuenta nuestro fotógrafo, Navas estuvo muy amable. Tuvo la paciencia de firmar cada camiseta y cada bandera que le acercaron, de sacarse cuánto selfie le pidieron y hasta le pidió un favor a nuestro fotógrafo.
Resulta que entre las personas que estaban allí, había un señor que tenía dificultad con el teléfono y no podía tomarse la foto.
“Me dijo que si le podía ayudar al señor, entonces agarré el teléfono de él, lo tenía en modo video y en rápido. Tuve que arreglarlo. Le tomé la foto, pero inmediatamente le dije a don Álvaro: ‘ahora présteme el teléfono para hacerme una yo con Keylor. El portero dijo, “claro”. Me hice un autorretrato y el señor estaba supercontento con la foto que se logró tomar”, contó Caravaca.
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Don Marvin agregó que también le firmó una chema y la bandera a Rafael Martínez, un vecino de Pejibaye de Jiménez, Cartago, quien ahora vive en Tibás y era uno de los que se dio la vuelta por el estadio a ver si lograba algo con el arquero.
“Estoy esperando si de suerte me topo con Navitas, para expresarle el apoyo, el cariño, la admiración que siempre le hemos tenido en la Cueva. Es importante para nostoros, para el país. Nunca lo va a dejar de ser. Lo sueño en Saprissa, lo proyecto en Saprissa con un megaequipo”, manifestó, minutos antes de su encuentro con el portero.
Caravaca también contó que le firmó, por segunda vez, el chaleco antirreflectivo al “guachimán” del estadio, que llaman el Paisa y le recibió un regalo (pudo ser una medallita o una oración impresa) a una señora que le expresó admiración por su humildad. “Navas lo tomó, lo guardó y le dijo ‘muchas gracias’”.
Luego de unos diez minutos, cuando Navas vio que había atendido a todas las personas que se le acercaron, unas diez o doce, subió las ventanas, se despidió y se fue, mostrando su faceta más humana con los aficionados.
La amabilidad y disposición de Keylor Navas para compartir unos minutos con sus seguidores reflejan la sencillez y humildad. En momentos como estos, el ídolo demuestra que, más allá de sus logros en el fútbol internacional, la gente lo sigue admirando y deja la puerta abierta para que otros, quizás, tengan la misma suerte.