Son miles los niños que sueñan con ser futbolistas profesionales, pero son pocos los que lo logran, eso lo tiene Yoserth Hernández y por eso decidió inmortalizar en su piel haber cumplido la meta.
La Teja buscó al tatuador que ayudó a Yoserth a guardar para siempre el hecho de llegar a Saprissa.
Él es Marco Quesada, quien cuenta con diez años en el mundo de los tatuajes y desde su local Get Colors Tattoo en el centro de Heredia nos relató cómo fue el proceso.
Hernández se hizo el tatuaje en la pierna derecha y es el jugador de espaldas con los brazos extendidos, con el número 10 en la espalda, de fondo el estadio Ricardo Saprissa y abajo un niño mirando una mejenga en una plaza con la palabra gratitud.
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“Cuando él me dio la idea de que en el tatuaje quería que salga la Cueva, debatimos un poco porque queríamos poner el número 10 en la espalda, él tuvo sus dudas porque como aún no lo usa, pese a la posición de él en la cancha, al final lo convencí.
“El estadio de fondo fue muy representativo porque él es una persona que ha luchado mucho para estar ahí y es digno de aplaudir.
“En la pieza final él sale celebrando con las manos abiertas, eso simboliza agradecimiento y abajo un niño jugando en una plaza, es muestra del cambio que ha tenido con el paso de los años, que eso fue valioso para cumplir su sueño de niño con el Deportivo Saprissa”, explicó.
La parte del niño y la plaza de fútbol refleja sus momentos de infancia en Calle Blancos, cuando dio sus primeros pasos en el fútbol, con que tiempo se consolidó en diversos clubes de la primera y segunda división.
Tiempo dividido
Yoserth tenía claro que debía invertir mucho tiempo para el proyecto, así que lo dividió en dos sesiones para que saliera según lo planeado.
“El tatuaje se realizó en cuatro horas, pero por el tema de entrenamientos y otros compromisos, al futbolista se le complicaba hacerlo en una sola sesión, por eso lo dividimos en dos sesiones de dos horas cada una. Lo comenzamos a mediados de abril y lo terminamos en la segunda semana de junio”, explicó.
Ambos disfrutaron el proceso, pero en algunos momentos tuvieron que apoyarse para cumplir con los tiempos.
“Yoserth es bien valiente porque tiene muchos tatuajes, conoce bastante la sensación del proceso, pero como todos, hay un momento que se incomodan un poco con el dolor, por eso hicimos varias pausas para conversar y que se relajara, su forma de ser inspira mucho para trabajar por su historia de cómo llegó al Saprissa.
“Los dos nos fuimos ayudando, tanto yo como artista y él como cliente nos dábamos frases de motivación para seguir hasta el final”, agregó.
Al ver el trabajo finalizado, los dos se alegraron, ya que superaron las expectativas que tenían.
“Sabía que a él le iba a gustar mucho, pensé que las personas que lo iban a ver también les llamaría la atención ver un buen tatuaje. Para mí fue muy reconfortante ser parte de esa historia porque con mi arte plasmé un momento importante en su vida, me va a recordar a esa persona que se esforzó y salió adelante con lo quería hacer, los dos nos alegramos”, relató.
Tatuador muy cuidadoso
Marco tiene mucho colmillo para tatuar y ante la gran cantidad de futbolistas que han pasado por sus manos, cuida que los químicos no les afecte en las pruebas médicas y doping.
“Soy muy necio con eso, les digo a los futbolistas que si los doctores ven que los químicos de la tinta les generará problemas, para precaución de ambas partes les mandamos a los médicos las etiquetas de los productos que usamos para que las revisen, den el aval y evitar problemas en el futuro”, explicó.
Entre los futbolistas que les ha hecho tatuajes están Manfred Ugalde y próximamente Orlando Sinclair se dará la vuelta para que le hagan uno.