En la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) hay un personaje que con el paso de los años a punta de carisma, sinceridad y respeto se ha ganado el cariño de todos y se ha convertido en su ángel de la guarda, salvándoles la tanda en momentos complicados.
Hablamos de don Wálter Gerardo Barrantes Peraza, mejor conocido como Pipo, quien tiene 63 años y la mitad de su vida la ha vivido entre los pasillos de la Fedefútbol haciendo distintas funciones para que el día a día fluya sin problemas.
Actualmente trabaja en el departamento de mantenimiento y muchas veces lo pueden ver barriendo los pasillos o limpiando los camerinos, pero es tan carga que hasta ha sido hombre de confianza de exdirectivos.
Este vecino de Pavas nos contó cómo en los años noventas uno de los presidentes de la federación le hizo un ofrecimiento que le cambió la vida.
“Llegué a la Federación Costarricense de Fútbol cuando estaba en La Sabana, llegaba a ver cómo eran las cosas, los directivos de ese entonces me tomaron confianza, uno de ellos fue don Isaac ‘Chaco’ Sasso (QEPD) y me preguntó que si quería trabajar con ellos, le respondí que sí y comentó que lo iba a proponer en la reunión del comité director, al final todos estuvieron de acuerdo y aquí estoy”, contó sobre su llegada.
Sus primeras funciones fueron cuidar los carros de los federativos y vigilar que nadie ingresara sin permiso, no se le iba absolutamente nada.
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“Entraba a la federación a las 6 a. m. para abrir los portones y era el último en irme para cerrar, cuando había reuniones del Comité de Competición o Arbitraje me quedaba más tarde”, relató.
Al verlo que cumplía bien con sus funciones, muchos le pedían favores y él con gusto les decía que sí, pese que esas ayudas algunas veces lo asustaban, la gente lo acuerpaba.
“Una vez Margarita Echeverría (exsecretaria de la federación) me pidió el favor de sacarle plata del cajero, pero como la suma era alta, me mandaba en taxi para que fuera seguro, ella me ayudó en avisarle a don Hermes Navarro (QEPD) para que estuviera enterado. Le hice el favor y cuando le entregué la plata, le di el comprobante y ella respondió ‘tranquilo, Pipo, yo confío en usted’”, agregó.
Tiempo después lo pasaron al departamento de mantenimiento para que ayudara con la limpieza de las instalaciones, hacía café, compraba el pan para las reuniones de los comités y ahí se codeaba con reconocidas figuras del fútbol nacional, desde expresidentes, técnicos y jugadores que gracias a su don de gente lo defienden como si fuera parte de la familia.
“Todos los jugadores que han pasado por aquí han sido excelentes personas conmigo, desde Evaristo Coronado, Róger “Policía” Gómez, Juan Cayasso, Carlos Castro, Raquel Ledezma, los hermanos Jara, entre otros.
“A todos los aprecio, pero lo que siempre les digo es que cuando tengan que decirle algo a una persona, que se los diga en la cara, nada por las espaldas”, comentó.
Tanto respeto se ha ganado por su humildad, que todos dicen que primero se van ellos de la Fede que Pipo, pero él nunca se agrandó por eso, mantuvo los pies en la tierra.
“A los árbitros les decía ‘tarde o temprano me echan’, pero ellos respondían que primero se iban ellos que yo (risas), un periodista me dijo lo mismo y le respondí que tampoco así, pero he topado con personas humildes como don Jorge Nery Carvajal, Carlos Ugalde, Longino Soto, Isaac Sasso, Hermes Navarro y Eduardo Echeverría que me han apoyado”, relató.
Detallazo para Pipo
Una vez un expresidente aprovechó la Navidad para sorprenderlo con un regalo, cuando recordó ese detalle se le humedecieron los ojos.
“Un reloj que me regaló don Hermes Navarro como regalo de Navidad en diciembre, él me llamó para entregarlo personalmente”, contó.
También se le ha salido una lágrima de tristeza, esto ocurre cuando un presidente deja su cargo, al nuevo lo recibe con los brazos abiertos, como a Osael Maroto.
“Don Osael Maroto me trata con mucho respeto, me abraza cuando me ve en los pasillos, me pregunta cómo estoy y lo respeto mucho, como ha sido con todos los presidentes”, agregó.
Apuntado con la prensa
En sus trajines diarios también le ha tocado ayudar a la prensa en las coberturas en Proyecto Goal, desde jalar cables hasta llevándoles un vaso con agua, eso hizo que tuviera de amigos a reconocidos comunicadores, a uno de ellos una vez le salvó la tanda de forma curiosa.
“Una vez en La Sabana llegó un circo, vi a Leonel Jiménez llegar a con su hijo, me preguntó que dónde podía dejar el carro porque los parqueos estaban llenos y cobraban muy caro, le dije que lo metiera atrás de la federación y yo se lo cuidaba.
“Él reaccionó sorprendido y le dije que no importaba, yo se lo cuidaba. Cuando volvió me dijo que me pagaba el taxi, le dije que no porque yo agarraba el bus de Pavas, al final él me pagó los pasajes del bus y se esperó hasta que yo me montara para que no me pasara nada”, recordó.