La Teja sigue chineando a los aficionados del Deportivo Saprissa por ganar su título 40 y para hacerlo realizó una edición especial del pódcast “La Cueva de los Morados” desde el estadio Ricardo Saprissa con dos invitados especiales: Ricardo Arguedas, asistente técnico de Vladimir Quesada y la copa de campeón, la 40.
Muchos han visto a Ricardo al lado de Vladi dando instrucciones desde el banquillo, pero pocos saben que detrás de su puesto hay un padre de familia y esposo que disfruta el fútbol al máximo y se emociona día a día cumpliendo su sueño de trabajar en el equipo de sus amores.
Arguedas llegó al set que armamos en la sala de prensa del estadio tibaseño cinco minutos antes de arrancar el programa, sin hacer mucho ruido saludó a Patricio Altamirano, encargado de comunicación de la S y luego al staff de La Teja conformado por Ricardo Silesky, Daniel Castro, John Durán y Johan Rojas.
Tras sentarse, se puso feliz porque se reencontró con la copa que días atrás ganó, eso le ayudó a sentirse cómodo en el programa y procedió a responder las preguntas de Silesky y Rojas.
Sus respuestas fueron concretas, con un lenguaje claro.
Uno de los primeros momentos en los que soltó la risa fue al recordar la celebración del gol de Ariel Rodríguez en el juego del pasado domingo, ya que en la toma de FUTV Arguedas se le fue encima a Vladi para abrazarlo y sin querer queriendo (diría el Chavo del 8), lo golpeó y por poco le bota los anteojos.
“Ahí mismo le ofrecí disculpas a Vladimir por lo sucedido, porque lo golpeé fuerte por detrás y los anteojos terminaron casi en la frente (risas). Es parte de las cosas, eso fue en el primer gol, botar esa ansiedad que el equipo anotara para que empezáramos el camino hacia el título, hay algo que teníamos claro, hacíamos un gol y podíamos revertir el marcador global.
“Fue un momento vacilón, ayer que estábamos hablando con Vladi por WhatsApp, le pasé la foto de ese momento y nos morimos de la risa”, contó.
La familia es primordial
Con el paso de los minutos se adaptó al estilo del programa, donde se entabla una conversación de compas, para explicar cómo es él fuera de la cancha.
“Soy muy hogareño, de vez en cuando me gusta salir, disfruto estar en casa con mi esposa y mis hijos, me gustan mucho los asados, el buen whisky, pero siempre en casa (risas)”, contó.
Ricardo está casado con Adriana Vargas y tienen dos hijos: Abigail de 9 años y Julián de 5.
En un momento de la entrevista se le pusieron los ojos llorosos cuando contó cómo sus hijos disfrutan apoyar al Sapri.
“Ellos estuvieron el domingo acá, mis hijos recibieron la medalla conmigo, mi hijo de cinco años (Julián) es tan morado que un día de estos tenía una presentación en la escuela, la única llave maya que teníamos era rojo y negro, cuando la vio nos dijo que no la iba a usar (risas).
“Tuvimos que decirle que era la única que teníamos en la casa y al poco tiempo lo entendió, pero para la próxima tendremos que comprar una morada y blanca.
“A ellos les encanta disfrutar los partidos en el estadio, sobre todo a mi hijo que es supersaprissista, ha venido varias veces con el resto de la familia. Las anteriores dos finales no los había traído por la aglomeración de personas, pero esta vez sí se pudo y lo disfrutaron bastante, fue muy bonito que lo vivieran”, resaltó.
También les gusta hacer asados con sus amigos, hasta le lanzó un reto a Mariano Torres, ¿será que lo cumplirá?
“Con Mariano aún no he compartido y hacerle un asado, pero con algunos (jugadores) sí. A mí me enseñó Hugo Viegas (asistente técnico de Jeaustin Campos), como buen argentino me explicó y me la juego, habrá que decirle un día a Mariano que veamos a quién le sale mejor (risas)”, contó.
Uno de sus pasatiempos favoritos es cantar en karaoke con la familia o amigos, la canción que no puede faltar en su repertorio es “Tu reputación” de Ricardo Arjona.
“A veces en casa me pongo a cantar, no sé si lo hago bien, pero me gusta la cantada”.
Desde chamaco ha vivido los partidos de la S en sol sur, eso le permitió entender el ADN morado y comentó que pese a que en el club ha cumplido muchos sueños, aún tiene uno pendiente.
“Mi jugador favorito de toda la vida en Saprissa es Adrián Mahía, cuando mejengueaba con los compañeros en el barrio me vacilaban porque jugaba que era Mahía y cuando él hacía un gol lo disfrutaba mucho, siempre he querido conocerlo, ojalá algún día se me haga realidad”, describió.
Aunque la principal función de Arguedas es ayudar a Vladimir, en el día a día del equipo, indicó que más bien es Vladi, quien procura protegerlos apoyado en su carisma y forma de ser tan serena.