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Así es pasear en un desierto en la ciudad de Phoenix

La Teja está en Phoenix y le hemos sacado el juego a esta hermosa ciudad de Arizona ¡Estar en el desierto es otro nivel!

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Es una experiencia que recomendamos si viene a Arizona.

La Teja está en Phoenix, Arizona, y apenas nos bajamos del avión, conseguimos carro y de inmediato empezamos a recorrer esta hermosa ciudad desértica.

Cabe recordar que estamos en esta localidad norteamericana, porque acá es el duelo de la Sele ante Colombia, el segundo choque de la Copa América, este viernes a las 4 p.m.

Antes de continuar, y como se los contamos ya en otra nota, lo primero que impacta de esta ciudad es el calor, ya que por estos días la temperatura máxima anda en los 41 grados y la mínima en 27, o sea, todo el día el asunto está bravo. Además, como pasa mucho en Estados Unidos, las distancias son bastante largas, por eso hay que sacar el rato para desplazarse.

Nuestro corresponsal en Estados Unidos, William Cordero, nos dio la recomendación de un lugar superchiva para empezar nuestra travesía y al final se ganó un aplauso porque realmente fue una maravilla.

Se trata de Papago Park, una de las zonas desérticas más pintorescas y de fácil acceso desde el centro de la ciudad de Phoenix. Es un sitio de unas 600 hectáreas, que es el típico escenario de desiertos que vemos en series y películas.

De hecho, apenas entré me sentí como en la serie Breaking Bad, en aquellas escenas donde Walter White y Jesse Pinkman cocinaban su ilegal producto.

Sus paisajes son únicos, le van a encantar.

El suelo es muy arenoso, con piedrita suelta, muchísimo polvo y, obviamente, bastante seco. Destacan sus numerosas formaciones rocosas, que son como pequeñas montañas de roca, en donde se forman como unas especies de cuevitas. Algo que sobresale en el lugar, y que a mí me encantó, fueron los cactus, no sé por qué pero verlos me hizo muy feliz.

Lo bueno es que se puede dejar el carro en la orilla de la calle y entrar por alguno de los senderos, los cuales están muy bien marcados y a lo largo del camino hay unos postes que lo van guiando a uno.

En el camino se encuentran a muchos caminantes, otros prefieren correr o andar en cleta, es riquísimo para hacer ejercicio. Si uno sigue los senderos, la mayoría del recorrido es suave, pero yo quería al menos sentir calorcito en las piernas y subí una cuesta para tener una mejor vista y me hizo sudar un poco. Claro, eso en gran parte porque, a pesar de que fuimos casi al anochecer, la temperatura seguía en unos 37 grados. Sí me quede con las ganas de subir hasta la cima.

Desde lo más alto que llegamos, como a la mitad de una de las montañitas, la vista era de ensueño, se veía ese hermoso desierto y al fondo la ciudad y hasta los aviones empezando el descenso. Una imagen única que terminó de ser perfecta ya que vimos desde allí la puesta del sol y así finalizamos el primer día en Phoenix.

El calor en la zona no opaca los paisajes que se ven en el desierto.

En nuestro segundo día en Arizona, aprovechamos para escaparnos de shopping, fuimos primero a buscar unos juguetes para mi bebé y luego a la famosa Ross, una tienda donde la ropa de marca es superbarata, uno no sabe ni qué agarrar porque son puras gangas. Ahí sí que las ofertas son en serio. Eso luego se los mostraremos en un video con una dinámica que hicimos.

Luego nos dirigimos a una cafetería de un costarricense, ubicada en la localidad de Meza, en Arizona, a una media hora de donde estamos, pero esto es solo para antojarlos porque tendremos una nota contando en detalle esa visita.

Ya un poco más tarde, buscando capearnos el calor, llegamos a Old Town Scottsdale, el cual es el casco antiguo de la ciudad y lugar de las principales tiendas, restaurantes, entretenimiento y la mejor vida nocturna.

La ciudad de Phoenix nos mostró su mejor cara.

Tiene ciertos aires al Viejo Oeste, pero con un toque de modernidad. Como el sol, pese a que ya eran eso de las 6 de la tarde, seguía picante, alquilamos unos scooters para recorrer el lugar. Aunque soy medio chapa para eso, fue una salvada porque de lo contrario no caminábamos más de 100 metros sofocados por el calor.

Para terminar de sacarle jugo al día, pedimos un Waymo, que básicamente es como un Uber, con la pequeña diferencia que es un carro que no tiene chofer, que se maneja por medio de un sistema de sensores. Vieran qué loco es ir avanzando y ver que nadie está al volante, pero la conducción es perfecta, de hecho, me sentí más seguro que con muchos conductores de carne y hueso.

Recuerde que La Teja está en Phoenix gracias a DM Viajes, si quiere tener un viaje puras tejas, les puede escribir al WhatsApp 8950-4637. También los puede buscar en Facebook como DM Viajes o puede visitarlos en Puriscal donde tiene sus oficinas.

No podía faltar la foto para el recuerdo.
Ricardo Silesky

Ricardo Silesky

Editor responsable de la sección de deportes de La Teja. Bachiller en Periodismo de la Universidad San Judas Tadeo y bachiller en Filosofía de la Universidad Católica. Con experiencia en manejo de redes sociales y elaboración de notas de nacionales, deportes e internacionales. Labora en Grupo Nación desde el 2013.

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