¿Es conveniente que el delantero de Liga Deportiva Alajuelense Freddy Góndola, quien salió llorando del Alejandro Morera Soto, el sábado pasado, juegue en el estadio manudo?
¿Le afectó mandar a callar a la afición en los partidos anteriores?
Góndola no soportó más la presión de la afición manuda en su contra y mostró su cara de tristeza en medio del júbilo del equipo y de la afición, tras la vapuleada de 4 a 0 al Santos.
Por eso le preguntamos a dos expertos en la materia y cada quien dio una respuesta diferente, Eduardo Rubinstein, sicólogo deportivo y Carlos Gutiérrez coach deportivo.
Rubinstein cree que el equipo no debe desprenderse de un jugador, debido a un tema extracancha.
“Desde mi perspectiva, todo jugador debe aprender a manejar lo que llamamos el ruido, esas distracciones a nivel externo. Sin embargo, como todo ser humano, los futbolistas no están exentos a tener manifestaciones emocionales fuertes.
“Ponerlo o no ponerlo, ya es una decisión del cuerpo técnico, donde analizará el estado físico y anímico del jugador en ese momento”, expresó Rubinstein, quien aclaró no conocer el caso a fondo.
“Si Freddy es lo mejor que tiene el técnico en equis circunstancia, no me gustaría que se prive de esa opción táctica, por una situación extrafutbol”, explicó Rubinstein.
Aguirre considera que lo mejor es proteger al jugador y darle alguna participación cuando el equipo sea visitante.
El especialista explicó que el aficionado debe ser visto por la institución como un cliente, que siempre exige lo mejor, como cuando uno entra a un restaurante y si no recibe el mejor trato o un producto rico, se queja.
“Góndola, para mí, es un gran jugador, pero ahorita no le sale ni el Cadejos, que descanse, que se recupere, yo lo pongo de visita. No lo expongo porque la gente se sienta en la grada y exige, pero no entiende que los jugadores son emocionales”, explicó.
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Añadió que si un jugador no está bien emocionalmente es como si estuviera lesionado.
“Si un jugador está con una lesión en el tendón de Aquiles y dice que quiere jugar, el técnico no lo va a poner, porque va a recaer. Igual con la cabeza, el muchacho va a recaer. Hay que llevarlo poco a poco, Andrés Carevic es un buen técnico, pero de estas cosas no sabe”.
El coach considera que Góndola se equivocó al mandar a callar a la afición cuando metió un gol.
“Allí es cuando alguien le debe hablar y decirle: ‘vaya a la conferencia y se disculpa de una vez’. Pero en los equipos, de lo primero que se deshacen es de los sicólogos y dicen que es por presupuesto”.
Rubinstein, por su parte, expresó que mandar a callar a la afición pudo ser un detonante con efecto bumerán, sin embargo, no juzga al panameño.
“No conozco la situación para juzgarlo y decir si estuvo bien o estuvo mal, es un tema complicado, claramente debe aprender de todo esto, sin meterse con nadie. Son solo él y el equipo”.