Vladimir Quesada, técnico de Saprissa, ha perdido la dulzura del carácter con más frecuencia que en otras oportunidades, probablemente por los resultados del equipo, que no han sido los esperados.
Quesada suele ser un técnico sumamente respetuoso, amable, con una carácter suave, que incluso inicia todas las conferencias de prensa dándole gracias al “Eterno” por las experiencias que le permite vivir como técnico morado.
Sin embargo, en las últimas conferencias de prensa se ha visto otra faceta de su carácter. Por ejemplo, este viernes se mostró molesto cuando le preguntaron, de la forma más normal, ¿por qué Saprissa tiene una cara a nivel nacional y otra a nivel internacional?
Vladimir dijo que la conferencia era para cosas del torneo nacional y no respondió.
El 9 de agosto, abandonó la conferencia de prensa, molesto, porque un periodista le hizo una pregunta más de las dos que están pactadas, pero solo había tres reporteros en la sala de prensa.
El 6 del mismo mes, se enojó con un periodista nicaragüense, quien le cuestionó el tercer gol morado, con el que ganaron ante el Managua FC. “Si al final los árbitros se equivocan o no, eso no es mi culpa. Usted vaya y pregúntele a él, yo puedo responder por el trabajo de mi equipo”, dijo y terminó la conferencia.
Por si fuera poco, se ha mostrado a la defensiva cuando le hablan de los duelos ante el Real Estelí y con el tema de los fichajes, aunque en eso, sí ha pedido refuerzos públicamente.
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La sicóloga María Ester Flores, colaboradora de La Teja, explicó que lo que puede estar pasando con Vladimir es una falta de manejo de emociones.
“Es esperable, pero no diría que normal, que si una persona ha hecho un esfuerzo profesional por alcanzar éxito y hay un cambio por fracasos (malos resultados), haya un cambio hasta en la química y eso altera el estado de ánimo, aparece el cortisol, que bombea para que la persona esté con estrés, malestar, angustia”.
En el caso de Vladimir, hay dos elementos muy propios de su personalidad, que hacen que se note más un cambio tan brusco en su actitud, primero su pasividad, pues es reconocido como un hombre muy tranquilo, y su responsabilidad con el trabajo.
La primera juega en contra porque cuando se dan los cambios se nota más y la segunda lo hace más propenso a que le suceda, por su gran compromiso con el brete.
Alex Mazón, periodista de Monumental, ha notado, como todos los periodistas deportivos, el cambio de Vladimir y opinó lo siguiente.
“Es muy diferente sentarse a hablar ante la prensa con resultados positivos, ganando, que hacerlo con resultados negativos, la presión es más grande. Está presionado y a la defensiva porque los resultados no lo acompañan”, manifestó.
María Ester añadió que no se trata de una doble personalidad, sino de una situación que puede solucionarse con una reeducación en la gestión de emociones.
Mientras Saprissa busca retomar el camino de la victoria, será crucial que el técnico logre gestionar sus emociones y mantener la calma que lo ha caracterizado, tanto para su bienestar personal como para el futuro del equipo.