Matthew Bolaños, defensor del Municipal Grecia, reconoce que le dolió salir de Saprissa, equipo que lo formó, pero todos los días trabaja para aprovechar las oportunidades que le sigue dando el fútbol.
Antes de llegar a las panteras, el muchacho de 20 años tuvo un paso por Jicaral, antes del descenso del cuadro peninsular. A Grecia llegó para el torneo de Apertura 2022.
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Bolaños combina su pasión por el balón con sus estudios en Administración de Empresas y, además, lleva clases de inglés, gracias a un convenio con el cuadro alajuelense.
5 rapiditas:
- ¿Qué le gusta cocinar? Pastas.
- Defensor favorito: Sergio Ramos.
- ¿Dormir o jugar PlayStation? Las dos (risas).
- ¿Blanco o negro? Blanco.
- ¿Cuál equipo será campeón? No puedo decirlo.
- ¿Cómo se siente en Grecia?
Siempre he creído que el fútbol es de oportunidades, toda mi liga menor la hice en Saprissa, tuve la bendición de estar ahí, de debutar ahí y tuve la oportunidad de jugar con Jicaral, ahora estoy en Grecia y me siento muy feliz.
Estoy enfocado plenamente en Grecia y en ayudar al equipo en lo que se pueda.
- ¿Cuál es la principal lección que le dejó su paso por Saprissa?
Para cualquier joven es un sueño debutar y hacer las ligas menores en un club como lo es Saprissa, uno de los cuatro grandes.
Como joven me toca escuchar, aprender de los que más saben y aportar, dentro del camerino aprender a afrontar las situaciones complicadas de los partidos. Eso es una de las cosas que me dejó Saprissa, el ADN que te enseña a cómo surgir ante un problema, a salir adelante luego de la tormenta, uno aprende y lo aplica en equipos no tradicionales.
- ¿Cómo superar el salir de un equipo grande a tan corta edad?
Gracias a Dios tengo la bendición de que mis papás (Gersan y Alba Nelly) me han apoyado siempre, son mi núcleo, en todas las decisiones que he tomado en mi carrera, ellos han estado ahí para aconsejarme, entre todos tomamos decisiones.
Cuando salí del Saprissa fue repentino, me dejó pensando muchas cosas, porque normalmente uno se prepara para llegar a un equipo grande, pero yo nací en un equipo grande y cuando uno sale se pregunta: “¿Y ahora qué?, ¿qué vamos a hacer?, ¿donde voy a jugar?”.
Pero la verdad salí bien del club, me llevo bien con los compañeros, con la directiva. Grecia me abrió las puertas, soy joven, he estado en procesos de selecciones y todo es cuestión de aprovechar las oportunidades que te da la vida. Grecia es uno de los equipos que más jugadores jóvenes aprovechan y acá estamos para ayudar en lo que se pueda.
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- ¿Solo se dedica al fútbol?
Estudio Administración de Empresas y me quedan 8 cursos para terminar la carrera.
Sinceramente la carrera ha estado forjada por mi mamá, desde que salí del colegio ella me dijo que no podía parar de estudiar, que aunque sea llevara una materia por cuatrimestre, ella me impulsa a estudiar.
Es complicado, porque a veces hay entrenamientos largos, soy de Jacó y aquí vivo solo, con un compañero, y luego de los entrenamientos tengo que llegar a la casa a cocinar, a hacer las cosas de la casa, a conectarme a estudiar. La carrera de futbolista es muy corta, Dios quiera que uno no tenga una lesión, pero si algo pasa, hay que tener algo para saber qué hacer.