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Exjugador de Alajuelense se dejó envolver por el licor y los excesos y casi lo matan de dos balazos

Óscar Ramírez confiaba en él, pero asegura que desaprovechó la oportunidad; ahora su vida es distinta porque conoció a Dios

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Fernando Sequeira, exjugador de Santos y Alajuelense hoy vive una vida muy diferente, lejos de los excesos que tuvo cuando era futbolista. Cortesía.
Fernando Sequeira, exjugador de Santos y Alajuelense hoy vive una vida muy diferente, lejos de los excesos que tuvo cuando era futbolista. Cortesía. (Cortesía. /Cortesía.)

Un exjugador de Alajuelense y Santos tocó fondo luego de que por años las fiestas, el licor y las mujeres hicieran estragos con su vida y cuando parecía que no había por dónde, un amigo lo invitó a un retiro espiritual que lo cambió por completo.

Hoy, a sus 41 años, Fernando Sequeira vive una vida tranquila, al lado de su esposa Fanny y sus hijos Brandon, de 20 años, y Emily, de 13, y con Dios como su principal escudo.

El exfutbolista conversó con La Teja y recordó cómo un incidente en un bar lo mantuvo hospitalizado por varios días y cómo fue que conoció al Señor y decidió enderezar su rumbo. Actualmente, trabaja como conductor de plataformas y recuerda con cariño las cosas positivas que le dejó el deporte que tanto ama.

“Mi trabajo hace que siempre me pregunten por qué me retiré. Tenía 29 años, en ese entonces había regresado a Santos, luego de pasar un año en Alajuelense y no me renovaron el contrato, precisamente porque no estaba en mi mejor momento.

“Tengo un amigo que vivía por mi casa, se llama Víctor y él constantemente me invitaba a ir a la iglesia, pero sinceramente no le ponía atención, por andar en mis cosas. Ya cuando sentía que no podía más, me consiguió una cita con el pastor, Wagner, y ahí me abrí con él.

“Ese fue el momento en donde comencé a conocer a Dios y 15 días después asistí a un retiro espiritual y eso me cambió por completo. Tenía opciones de jugar en Carmelita, Uruguay, Limón, que estaban en primera, pero decidí dejar de jugar, cuando me acerqué al Señor y monté un negocio”, afirmó.

Fernando Sequeira, exjugador de Santos y Alajuelense hoy vive una vida muy diferente, lejos de los excesos que tuvo cuando era futbolista. Cortesía.
Fernando (a la par del portero Pablo Camacho) jugó en Santos por casi 9 años. Facebook Santos. (Cortesía. /Cortesía.)

Fernando probó el guaro y el cigarro cuando aún era un niño, a los 13 años, y en Santos debutó cuando tenía 17.

El exjugador reconoce que sus vicios le impidieron ser un mejor deportista y no pudo dejar de lado estas costumbres, sobre todo cuando fue conociendo la fama que le daba el ser jugador de primera división.

“Era muy fiestero, vivía una vida muy desordenada. Un día, mientras estaba en Santos, fui a un bar con unos amigos y llegaron unos muchachos a molestar a uno de mis amigos, se me metió el guaro vaquero, como le llaman, y nos agarramos y me metieron dos balazos; uno en la espalda y otro en el estómago.

Me siento complacido, feliz de quién soy, si no tuviera a Dios no sé en dónde estaría y lo mejor que me pudo pasar fue escuchar su voz, dejarme guiar”.

—  Fernando Sequeira, exjugador Alajuelense y Santos.

“Estuve sin tomar casi 9 meses, porque me daba miedo salir, me daba miedo, en eso me salió la oportunidad de irme a Alajuelense y ahí no tomaba, pero estuve un año, eso me afectó y cuando volví a Santos regresé a lo mismo: trasnochaba mucho, mi rendimiento no era muy bueno y por eso no me renovaron”, recordó.

Sequeira es consciente de que él tenía la fuerza y la energía para darlo todo en la cancha, pero su mala vida no le permitía hacer más. De hecho, Óscar Ramírez intentó aconsejarlo, porque el Machillo veía cualidades en Fernando que no pudo explotar.

El exmediocampista contó que su condición le permitía correr 50, 60 minutos, pero no más y en más de una ocasión se asustó al pensar que se podía quedar sin aire.

“Ramírez me llevó a Alajuela y recuerdo que un día él me llamó y con Luis Marín y Mauricio Montero me dijeron que veían potencial en mí y que si daba la milla extra podría meterme en el proceso hacia Brasil 2014.

“Él me decía que era inteligente, pero que me faltaba para ser tomado en cuenta para la Selección, pero nunca me llamaron. Mi sueño era jugar en primera división, logré muchas cosas, pero si de algo me arrepiento es de no haber dado más de mí. Yo no pude estudiar, no tuve quién me ayudara en ese tiempo”, afirmó.

Fernando Sequeira, exjugador de Santos y Alajuelense hoy vive una vida muy diferente, lejos de los excesos que tuvo cuando era futbolista. Cortesía.
El exvolante (derecha) jugó por un año con Alajuelense. En la imagen, junto a Minor Díaz. Captura de pantalla. (Cortesía. /Cortesía.)

Fernando reconoció que por muchos años fue un padre y esposo ausente y gracias a su nueva experiencia de vida, ha recuperado a su pareja y a su muchacho, lo guía y le ayuda para ser una persona de bien.

Con Emily ha sido diferente, pues ella ha visto a su papá alejado de los vicios y todos viven cerca de Dios.

“La verdad es que esta parte de mi vida es muy interesante, es muy distinta a como cuando practicaba el fútbol. Me siento complacido, feliz de quién soy, si no tuviera a Dios no sé en dónde estaría y lo mejor que me pudo pasar fue escuchar su voz, dejarme guiar y me gustaría que la gente experimentara lo mismo que vivo yo.

“Es vivir una vida en libertad, con propósito, estar cerca de Dios nos da esperanzas, sé que siempre hay dificultades, pero podemos salir adelante, sí se puede salir de los problemas”, afirmó.

Hace un par de años, el técnico Erick Rodríguez (que descanse en paz) le pidió que fuera al equipo santista para dar testimonio a los más jóvenes y hasta llevaron al equipo a un campamento.

“El llamado de Dios es para dar su mensaje y me gusta transmitir ese amor a los jóvenes, ayudar en ese aspecto, que puedan experimentar cosas diferentes fuera de la cancha. Asistimos a la iglesia Oasis de vida y trabajo en el ministerio de hombres, que una vez me abrió las puertas y ayudar a otros, como me ayudaron hace 12 años”, relató.

Fernando Sequeira, exjugador de Santos y Alajuelense hoy vive una vida muy diferente, lejos de los excesos que tuvo cuando era futbolista. Cortesía.
El exvolante sirve en el ministerio de hombres de la iglesia a la que asiste. Junto a él, su pastor Wagner. Cortesía. (Cortesía. /Cortesía.)
Yenci Aguilar Arroyo

Yenci Aguilar Arroyo

Redactora de la sección de Deportes. Trabajó en las secciones de Nacionales, Tiempo Libre y tiene experiencia en comunicación institucional. Cuenta con 18 años de experiencia, desarrollada principalmente en el periodismo escrito. Fue designada Periodista del Año del 2023. Trabajó en el Periódico Al Día.

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