El exjugador del Cartaginés, Miguel Calvo disputa en este momento uno de los partidos más importantes de su vida.
A sus 61 años, Calvo, quien trabaja en la parte administrativa del club papero,lucha contra el cáncer. Él se refugia en su esposa, Eugenia, sus hijos y sus nietos para luchar contra la enfermedad, la cual le fue detectada hace un par de meses.
61 años tiene el exjugador.
El viernes anterior, el exvolante estuvo en la basílica de los Ángeles, en la misa que se le ofreció al campeón nacional, luego de conseguir el cuarto título en su historia ante Alajuelense.
Durante la ceremonia, Calvo estuvo emocionado, conmovido y cuando llegó el momento de dar la paz, no pudo contener las lágrimas.
El Capi estuvo en primera fila, a la par del entrenador Géiner Segura y su asistente Mauricio Wright, así como del presidente Leonardo Vargas y su hijo, el gerente general, Leonardo Vargas.
– ¿Cómo le sabe este título?
La del miércoles fue una noche muy especial, tanto tiempo había soñado ver al equipo campeón y gracias a Dios se nos dio.
Se logró con el esfuerzo de todos, por la lucha de la dirigencia, en fin de todos. Esto no solo lo disfruto yo, también mi familia.
Estoy muy contento de estar disfrutando ahora con este triunfo y darle todo esto a la afición que bien merecido se lo tienen.
– ¿Cómo sigue su salud?
Estoy un poco enfermo, estoy en tratamiento, pero aquí estoy enfrentando este otro partido y tengo que sacarlo adelante, pero con la ayuda de la Virgencita, de Dios y mi empeño estoy seguro de que vamos a salir adelante.
Un ícono. Calvo, hijo de la comunidad de Juan Viñas, llegó al Cartaginés en 1982 y vivió el descenso a la segunda división y también el regreso a la máxima categoría, en 1984.
Colgó los tacos en 1997 y en ese año, en el mes de setiembre fue designado como técnico del club brumoso.
Ha desempeñado también labores administrativas dentro del equipo y tiene más de 30 años de estar ligado al equipo de la Vieja Metrópoli.
– ¿De cuál enfermedad se está tratando?
Tengo un cáncer, estoy con quimioterapia, pero gracias a Dios creo que voy a salir adelante.
Me lo detectaron hace dos meses. Voy a quimioterapia cada quince días, me siento bien, no me ha afectado mucho y esperemos seguir así.
El tratamiento lo estoy llevando en el Hospital Calderón.
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– ¿En qué parte del cuerpo se desarrolló el cáncer?
Son varias partes.
– ¿Cómo lo apoya su familia en este momento?
El apoyo es incondicional y no solo de la familia, sino también de la gente, a la que le agradezco sus oraciones, porque son miles de personas que me ponen mensajes, me escriben para tenerme en sus oraciones y ayudarme.
– ¿Cuánto lo motiva el título a seguir luchando por su salud?
El campeonato es una inyección de amor, de cariño, un impulso que me da para seguir luchando.
Lo que se viene
– ¿Qué sigue para el Cartaginés luego del título?
Esto es un trampolín para que el equipo siga en los lugares que se merece, siempre arriba y ese es el reto de mantenerse ahí, era el impulso que necesitaba para salir adelante.
– ¿Cómo vivió el partido del miércoles?
En la casa, no podía salir, más bien hoy (viernes) rompí la regla, pero debía celebrar un poquito, disfrutarlo.
Fue un partido muy duro, muy sufrido. El gol de Alajuelense me estresó, pero llegó el gol de Arturo (Campos) y en buena hora, cuando terminó el partido todo fue felicidad. Mi hijo está en Panamá y nos comunicamos por videollamada y lo disfrutamos mucho.
– ¿Qué cree que hizo diferente este Cartaginés para conseguir el campeonato?
La unión, la química que tiene el cuerpo técnico con los jugadores. También el esfuerzo de la dirigencia, con don Leo (Vargas) presidente, la afición, porque fue gracias al apoyo y la entrega de todos.