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Lamar Odom es el perfecto ejemplo de cómo puede alcanzarse la gloria y después caer a los infiernos.
Llegó a lo más alto del baloncesto mundial al ganar dos anillos consecutivos de la NBA y después fue devorado por sus adicciones a las drogas y el sexto, rozando incluso la muerte por sobredosis.
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Odom llegó a este mundo en Queens, Nueva York. Su padre, adicto a la heroína, y su madre, que murió de cáncer cuando Lamar apenas tenía 12 años, marcaron su infancia.
El baloncesto se convirtió entonces en su salvación, pero también terminó siendo su perdición, debido al dinero que ganó y que terminó malgastando.
“Soy un adicto, he estado con más de dos mil mujeres. Tenía sexo con seis mujeres a la semana y siempre sin protección, por lo que he tenido que pagar muchos abortos a lo largo de mi vida”, dijo.
Debutó en la NBA en Los Ángeles Clippers, luego tuvo un breve paso por Miami Heat y después pasó a Los Ángeles Lakers, donde logró fama mundial y dos anillos consecutivos junto a Kobe Bryant y Pau Gasol.
Fue una pieza fundamental en el equipo dirigido por Phil Jackson y premiado como el mejor sexto hombre de la liga.
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En 2009 contrajo matrimonio con Khloé Kardashian en Beverly Hills, pero su matrimonio fue un desastre casi desde el inicio, debido a sus adicciones y sus continuas infidelidades.
“Rompí tantas veces mis votos con Khloé que simplemente me resulta imposible recordar todas las veces que lo hice. No sé por qué siguió conmigo", reconoció.
Se separaron en 2013 y mientras la pareja tramitaba el divorcio, se filtró un vídeo de Odom y uno de sus amigos fumando crack y hablando sobre su infidelidad durante el matrimonio. Llegó incluso a amenazarla de muerte.
En ese mismo 2015 fue encontrado inconsciente en el burdel Love Ranch de Nevada, debido a una sobredosis tras consumir estimulantes sexuales y cocaína durante tres días seguidos, en los que llegó a gastarse 75.000 dólares.
Mientras estaba en coma sufrió 12 derrames y 6 ataques cardíacos.
Volvió con Khloé Kardashian para intentar rehabilitarse y en 2016 firmaron el divorcio.
En sus memorias reveló otro de los muchos escándalos de su vida. Lamar Odom reconoció haber usado un pene falso para pasar un control antidopaje en los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004.
“Pedimos un pene negro, robusto y gigante. Me bajé la cremallera de los pantalones y con cuidado saqué el pene falso por la bragueta. Para conseguir que la orina saliera tenía que apretar el cuerpo del pene repetidamente", contó.
El motivo era esconder que había estado consumiendo “marihuana cada día de ese verano”.
