Un grupo de periodistas estábamos convocados a las 8:30 de la mañana de este jueves en Aldeas Infantiles SOS en la sede de La Unión de Cartago, para jugar un partido donde iba a estar presente, nada más y nada menos que Carles Puyol, campeón del mundo con España en el 2010.
El mismo que marcó un golazo a Alemania en la semifinal, clave para que España llegara a la final, donde vencieron a Holanda (hoy Países Bajos) y ganar su primera y única Copa del Mundo.
Se formaron cuatro equipos, dos de Aldeas Infantiles, dos de periodistas y hubo dos partidos, (Aldeas contra periodistas) donde Puyol participó en los cuatro tiempos de 10 minutos, un tiempo con cada equipo.
Puyol fue todo corazón, como con el Barcelona, como con España, era una actividad recreativa, que era para inaugurar esa canchita en la institución, pero él demostró ese espíritu combativo con el que ganó el mundial y varias Champions.
Más allá de jugar y admirar la condición de Puyol, tan de cerca, a los niños de Aldeas, a los periodistas que jugaron y a las personas que tuvieron la posibilidad de ver las mejenguitas, les quedó sin duda alguna una gran enseñanza, hay que jugar a ganar siempre. Así lo hizo Puyol.
Qué lo diga Daniel Quirós, de Teletica, quien comió caucho ante una arremetida de Puyol, que fue con todo, pero a la bola. La gente quedó esperando que el español se devolviera, tendiera la mano y levantara al narrador, quien quedó aturdido unos segundos.
LEA MÁS: Jugadores del Cartaginés dieron su punto de vista sobre los 90 Minutos por la Vida
No pasó eso, el español le dio la espalda a la acción, corrió hacia su marco y siguió metiendo pata. Ni siquiera pitaron falta. Jugó con todo, dentro de las circuntancias de tener a rivales que no están a su altura.
Luego, cuando las hostilidades terminaron, Puyol se tomó la foto con cada periodista, con cada niño, con cada persona. firmó camisas. Tendió la mano. Volvió a ser gente.
Este servidor pudo hacer un par de paredes con él, cuando lo tenía de compañero y sufrió el ingrato robo de un balón, luego de un pase del portero Keysher Gómez de ESPN. Ni lo sentí, pasó como un rayo y anotó un golazo.
Hermosa la cancha que le queda a los niños, inolvidable la experiencia de jugar con otros colegas y ver de cerca, al nivel de uno, a Puyol. Un lujo para uno pero un aprendizaje de cómo afrontar la vida. Gracias Puyol.