El portero Esteban Alvarado recibió toda la atención de los medios después de que Guadalupe lo vacunó siete veces este sábado, en el estadio Ebal Rodríguez.
A pesar de que lo atragantaron con tanto gol, Alvarado explicó al finalizar la mejenga que todo el que se mete de portero sabe que en alguna oportunidad se van a llevar el saco lleno.
Guadalupe vapuleó a Limón 7 a 1 y le dejó un récord negativo al meta limonense, quien por primera vez en su carrera recibe tantos goles. El pobre seguro quedó con dolor de espalda al tener que agacharse tantas veces a recoger la pecosa del fondo de su portería.
“Ahorita los dejo en cero (el marco) todos los domingos va a ver”, mencionó el portero a FUTV tratando de recomponerse de lo sucedido.
Dijo que el partido es muy difícil especialmente desde que se quedaron con dos hombres menos en el terreno de juego.
“El partido fue un fracaso de la a a la zeta. El resultado lo dice todo. Tenemos que ser más autocríticos porque los puntos que ha perdido Limón son por nosotros mismos”, expresó.
Añadió que las expulsiones fueron un poco drásticas, pero que les está faltando malicia.
“Pecamos de inocencia y se cobra de esta manera, o maduramos para lo que viene o nos va a agarrar tarde”, dijo.
Desastre
Aunque parezca mentira, Limón inició bien el juego, ordenado en la línea media, con buen tratamiento de la pelota y alimentando a sus hombres en punta, tanto así que a los ocho minutos armaron una linda jugada que terminó en gol.
Jemark Hernández le pasó la chocobola por el sector izquierdo a Greivin Méndez, quien a punta de habilidad y velocidad superó la marcación de dos defensores y le hizo un gran pase a Alexander Espinoza, que remató de seguido para abrir la cuenta.
Pero a los verdolagas todo se les desarmó a partir del minuto 22.
Le cometen una falta a Kevin Cunningham, quien como es su costumbre se puso a reclamar y como ya estaba amonestado le mostraron la segunda amarilla. Esa expulsión generó el reclamo airado del técnico Daniel Casas (en la tele no se ve), que también vio la roja.
El descontrol limonense se consolidó cuando Jemark Hernández cometió una falta artera sobre un rival y se ganó la roja directa al 33. Guadalupe se aprovechó de un rival con dos hombres menos, hizo los ajustes necesarios y empezó a abrir el terreno de juego para comenzar a martillar la defensa local sin piedad.
Roan Wilson trató de demostrar que Limón estaba en pie de lucha al 39, cuando se jaló un jugadón en la que se llevó tres marcas, pero llegó sin fuerza al área y no pudo rematar.
En la siguiente jugada, Guadalupe empató el juego cuando Jossimar Pemberton desbordó por el sector derecho, centró y Luis Pérez rechazó. La pecosa le llegó a Brandon Bonilla quien remató mal, pero el balón cayó en Frank Zamora que la mandó a guardar con un remate cerca del punto de penal.
Al 46, Bonilla centró por la izquierda y Pemberton se le adelantó a Kareen McLean, para desviar la bola con su cabeza y anotar el segundo pepino.
Liquidado
En el complemento Limón se desdibujó por completo. Brandon Bonilla desbordó una vez más por el sector izquierdo y sacó un centro para que apareciera Pemberton y pusiera el 3 a 1, al 51.
Dos minutos después, Johnny Gordon entregó mal el balón en el medio campo, Frank Zamora se la dio a Eduardo Juárez, quien se fue solo ante Alvarado y lo venció con un remate alto y fuerte.
Al 63 cayó el quinto gol. Uno de los mejores. Guadalupe ejecutó un tiro libre por la derecha, Sebastián González centró al corazón del área y la defensa rechazó, pero le cayó a Darío Delgado, quien de volea, la mandó a guardar.
El sexto cayó al 76, cuando González volvió a desbordar por la derecha, centró al área y Zamora con un toquecito, venció la estirada de Alvarado.
Luego Zamora se encontró un rebote dentro del área y la pegó esquineado para marcar el sétimo gol guadalupano y el tercero personal, al 88.