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Este domingo se conocerá si la afición de Alajuelense le guarda resentimiento al ahora portero del Herediano Esteban Alvarado, o si ya superaron el desplante hecho por el siquirreño en su paso fugaz por la casa manuda.
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No han pasado ni siete meses de aquel 31 de diciembre del 2018, cuando Alvarado fue presentado como un fichaje bomba para el centenario erizo, por parte del presidente rojinegro, Fernando Ocampo, y el exgerente deportivo, Javier Delgado.
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Han transcurrido cuatro meses y 22 días desde que el exmorado dejó el equipo manudo chiva porque no sería titular.
Alvarado no estuvo en la casa manuda ni dos meses y nunca jugó un partido oficial, solo participó unos minutos en la cuadrangular 90 Minutos por la Vida y después de ahí formó parte de la Sele, con la cual debió ponerse a tono en el plano físico y le tocó esperar su permiso para jugar, el cual llegó el 8 de febrero.
Sin embargo, un día después de eso, a Alvarado no le gustó lo dicho por el técnico Hernán Torres, después del empate a cero contra Saprissa, en el que afirmó que Patrick Pemberton seguiría siendo el portero titular, algo que según el siquirreño no era lo que le habían prometido al firmar el contrato.
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Hubo dimes y diretes, el futbolista comentó que la Liga no era un equipo grande y Alajuelense anunció una demanda que nunca se cristalizó.
Después se habló de un finiquito y Alvarado fue adoptado por el Herediano, club con el que visitará el Morera Soto este fin de semana, adonde llegan como líderes del torneo. Además, no ha recibido goles en dos mejengas.
Aunque le chiflen o lo ofendan, Alvarado asegura que eso no le afectará. "Yo no ando pensando en quién me va a gritar o quién me va a tratar bien, para mí eso es lo de menos. Simplemente uno tiene que hacer el trabajo y listo.
"Cuando las aguas están turbulentas, no es algo que uno pueda decir que se disfruta, pero trato de no hacerme una mala vida o de guardar rencores. La gente es respetuosa conmigo, ha sido un proceso de altos y bajos y al final creo que más altos que bajos en realidad”, agregó el portero de 30 años.
En la presentación oficial del nuevo uniforme del Team, el 9 de julio, Alvarado besó el escudo rojiamarillo porque dijo que es el equipo que le abrió las puertas, le está dando de comer y lo trató muy bien, así que el afecto hacia ellos es de “puro amor".
