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Estas son las reglas del fútbol tico para ganarse el derecho de piso en el equipo

Los recién llegados deben pasar un proceso antes de ser parte del primer grupo

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En el fútbol tico los jugadores nuevos deben ganarse un derecho de piso antes de ser considerados parte del primer equipo y Manfred Ugalde, delantero de Saprissa, es el ejemplo más claro de ello.

A sus 17 años, el futbolista jugó varios partidos del torneo pasado y los dos primeros del Apertura sin nombre en la camiseta porque, para poder tenerlo, debía ganárselo.

Así lo explicó José Francisco Porras, secretario técnico morado a canal 7 después de la victoria de 3-0 ante Pérez Zeledón, el 24 de julio en la Cueva.

Porrtitas dijo que Ugalde no es el primer joven que vive eso y revisando fotos vimos que Rolando Sinclair pasó por lo mismo, porque cuando debutó con gol ante la UCR, en octubre del 2018, celebró con la espalda “pelada”.

Sinclair anotó un gol contra Limón y en el festejo se vio que su camiseta no tenía el nombre. Archivo

Para Benjamín Mayorga, exjugador morado, este tipo de actos están bien porque todas las personas, no importa la profesión, deben ganarse un derecho de piso y el fútbol no es la excepción.

“Cuando llegué al Saprissa me hacían jalar los implementos, yo me sentía tan contento de estar ahí que para mí era un privilegio ayudar a los utileros”, señaló el Indio.

Mayorga contó que los códigos siempre existieron con la idea de que el novato valore y se gane las cosas, por lo que piensa que lo sucedido con Ugalde es “buenísimo” y espera que todos los equipos lo hagan.

Además de eso, Mincho cuenta que en sus tiempos el carajillo nuevo no hablaba, únicamente podía escuchar lo que dijeran los líderes.

Ugalde, de 17 años, suma dos goles en este campeonato. Rafael Pacheco. (Rafael Pacheco Granados)

“Cuando a uno lo corregían, no le podía decir a un grande que no, que no iba a hacer tal cosa. Por ejemplo, a mí Freddy Méndez me decía 'si le digo a la izquierda, aprieta ahí y punto. Si le digo que vaya con la bola por la derecha, va por la derecha y punto’, había que hacer caso", indicó.

Para él, cada institución tiene sus códigos, pero los más importantes debe ser la humildad, disciplina, obediencia y compromiso de los futbolistas.

“Siempre existe la manada, líderes que jalan para hacer algo bueno y los nuevos deben adaptarse y ver que no es fácil jugar en primera, estar en la Sele, ser un Paulo Wanchope, un Keylor Navas, es utópico pensar que todo les llegará a las manos”, añadió.

Hay más casos

Pablo Herrera, exjugador de Alajuelense, tuvo que esperar unos años para poder pasar del camerino de Alto Rendimiento al de Primera División. Archivo

A otro que le tocó pagar derecho de piso fue al exlateral manudo Pablo Herrera.

El 3 de noviembre del 2006 “el chamaco” tenía 19 años y dejó el camerino de alto rendimiento para entrar al de primera.

“Yendrick (Ruiz), Ariel (Rodríguez) y yo, como somos del alto rendimiento, solo entramos al camerino de primera para las charlas, después de ahí siempre nos cambiamos en el nuestro", le contó Herrera en aquel entonces a La Teja.

En esos años Harold Wallace, Rolando Fonseca y Wilmer López ocupaban el camerino, es decir, figurones al lado del oriundo de Coronado.

“El Profe (Cheché Hernández) me dijo que yo tenía las manos en el llavín del camerino, que dependía de mí si entraba o no. Después de que me cambié nos pidió a los juveniles que saliéramos, luego me mandó a llamar y me dijo que trajera mi ropa", señaló el defensa en aquella ocasión.

Como parte del rito, el técnico le preguntó a cada futbolista si estaban de acuerdo con la llegada de Herrera al vestuario, para ver si hizo los méritos o si alguno se oponía, que lo dijeran.

“Me tiraron huevos, harina, Powerade y Gatorade, tuve que volver a bañarme antes de empezar a entrenar, pero la verdad estoy muy contento, vale la pena el esfuerzo que he hecho”, dijo Herrera hace casi 13 años.

En ese momento, Pablo debió darle la mano a cada compañero y por último al capitán Wallace, quien le entregó un rótulo con su nombre para que lo pegara en su armario, el cual estaba en medio de Cristian Montero y Cristian Oviedo.

Hernández, retirado del fútbol como jugador, también debió pagar su "derecho de piso" en Alajuelense. Archivo

De hecho, en esa entrevista Pablo confesó que Montero le dijo que más bien llegó muy rápido al camerino mayor, porque mientras a Lula le costó cuatro años de sudor, a él apenas dos años y medio.

Hasta los grandes

El exvolante Carlos Hernández dice que hasta los más grandes tuvieron que tener paciencia en algún momento, porque jugadores como Wílmer López y Luis Marín le contaron que ellos pasaron por lo mismo.

“Cuando nosotros llegamos a la Liga en el dos mil, nos cambiábamos en el camerino donde no había agua caliente, solo fría. Otra labor era ayudar a bajar las cosas con los utileros, juntar bolas", recordó mientras mencionó una anécdota vivida con el Pato.

“Cuando hacíamos trabajos físicos, Dios guarde robarle las esquinas de la cancha a Wílmer, es decir, no pasar detrás de la banderola, porque si lo hacía, lo devolvía y lo hacía hacer el recorrido completo. Wílmer decía ‘chamaco, no robe’”, contó el Zorro.

Karol Espinoza

Bachiller en periodismo y licenciada en Comunicación de Mercadeo. Periodista de Deportes con más de 14 años de experiencia. Integra La Teja desde setiembre del 2006.

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