En Puntarenas el mar está picadísimo, con una tormenta superbrava que tiene como epicentro el estadio Lito Pérez y con el foco sobre el entrenador Alexánder Vargas y el presidente Héctor Trejos.
El técnico chuchequero no aguantó más y, en la conferencia de prensa posterior a la derrota en casa 2-1 ante Pérez Zeledón, estalló sobre su relación con el jerarca del club, diciendo que no lo deja trabajar y que más bien le ha puesto trabas.
Antes de comenzar el partido ante los Guerreros del sur, Trejos dijo que si fuera por él, ya hubiera despedido a Vargas y que, dependiendo de lo que sucediera este domingo, se iban a tomar decisiones, situación que no le gustó nada al DT, por lo que se rajó como la manta.
“Vamos a ver, él es el presidente del grupo, pero creo que él desde el torneo pasado, no sé si fue que la agarró contra mí o qué, pero ya no me quería en el equipo, desde la jornada 13, 16, en la pretemporada y hoy no me quiere en el equipo, no sé qué pasa.
“Todas las malas vibras que he tenido que comerme, se lo digo sinceramente, han sido en mucha parte por él. Me dijo en una reunión que el torneo pasado a mí no me ha avalado, ni clasificar ni llevar el equipo ahí, pero bueno, él es el presidente. He tenido que aguantarme muchas cosas, todas esas vibras que hipócritamente hemos tenido en el equipo han hecho mella.
“Pregúntenle a él qué es lo que ha pasado, yo soy la cabeza del grupo y a mí es el que todo me cae y lo acepto, porque yo también tengo culpa, soy el entrenador y el equipo tiene que jugar bien y ganar, eso lo tengo muy claro, pero para él es muy bonito venir y solo tirar, yo seguiré trabajando, dejando lo negativo a un lado pero mucho de lo negativo es por esa mala vibra”, se rajó.
Alexánder no solo la está pasando mal en lo laboral, comentó que en lo personal vive momentos muy duros porque tiene a su mamá internada en el hospital, pero a pesar de eso, afirma que nunca ha soltado su responsabilidad en el Puerto.
“Yo seguiré acá hasta que dios lo quiera, hasta que los dueños del equipo me dejen, yo estuve a punto de tomar una decisión antes que iniciara el torneo, por lo mismo, pero yo soy valiente, a mí no me destruye nada. Vaya pregúntele al cuerpo técnico y a los jugadores lo que hemos tenido que vivir. Muchas cosas.
“Yo voy a estar acá hasta que ellos quieran, si me tengo que hacer a un lado para que enderece el barco, no tengo problema.
“También estoy pasando momentos familiares difíciles, pero acá estoy yo, fuerte, acá tengo que salir de esto y voy para un hospital porque tengo a mi madre ahí... pero bueno (se le quiebra un poco la voz)”.
Vargas afirma que no quiere poner excusas del mal momento deportivo del equipo, pero es muy enfático en que trabajar en esas condiciones es muy difícil, además no le tembló el pulso para señalar que se han tomado malas decisiones administrativas, como no habilitar jugadores como Róger Rojas, por eso hasta desconfía que sea al propio para sabotear su trabajo.
“En esto saco a los hermanos Medina (dueños del equipo), ellos se han portado como unos caballeros conmigo, el mismo Henry Duarte (gerente deportivo) se ha comportado conmigo, pero hay una persona que entorpece el trabajo y no sé si es algo personal. No sé qué va a pasar con esto que estoy diciendo, pero más bien lo debí haber hecho hace tiempo.
“Esto solo mi cuerpo técnico lo sabía, los jugadores han vivido cosas que un día les dicen que no pueden jugar o no se pueden inscribir. Él lo único que hace es lavarse las manos, que cada uno asuma sus responsabilidades, decir que si fuera por él yo ya me hubiera ido. ¿No son malas vibras? Es el primero que trata de ensuciar la cancha y luego lavarse las manos y tirarle la responsabilidad a don Henry, que sí sabe de fútbol”, tiró sin anestesia alguna.