Este lunes en el estadio Palmareño Solís el partido ente Palmares y Jicaral fue seguido muy de cerca por la Asociación Deportiva Guanacasteca, duelo en el que se enteró que se deberá medir ante los porteños para definir al nuevo inquilino de la primera división.

De esta manera, se repetirá la final del Torneo de Apertura en la que el cuadro pampero derrotó a sus vecinos de la península para quedar sembrado en la gran final del Ascenso.

Los nicoyanos no juegan un partido desde el 14 de abril, cuando acabó la fase regular del torneo de segunda división y no clasificaron a la siguiente ronda por lo que al momento que arranque la serie por el ascenso, el 26 de mayo, llevarán un mes y 12 días sin una mejenga oficial.

Pero una fecha realmente significativa para el cantón guanacasteco será la del 2 de junio, cuando se jugará el partido de vuelta y no solo porque podría marcar su regreso al fútbol de la máxima categoría desde que dejó su lugar en el 2004

Ese día se cumplirá el primer aniversario de la muerte de Carlos López, quien era el presidente del club antes de iniciar la presente temporada y falleció de un infarto mientras jugaba una mejenga en el Colegio de Contadores en Moravia.

“Este proyecto nació en el 2005 de la mano del licenciado Carlos López, es la persona que siempre luchó por el equipo para tenerlo acá. En el 2007 ingresé como vicepresidente y tras el fallecimiento de él me tocó agarrar la presidencia el año pasado”, explicó Jorge Arias, actual mandamás.

La noticia de la muerte de don Carlos golpeó a todos en la Liga de Ascenso y como un homenaje a su memoria, se decidió dedicarle este torneo en el que la ADG podría ascender, lo que hace la situación para los nicoyanos, algo mucho más especial.

“El de 2 de junio, cuando estemos levantando el título de la segunda división será algo que dedicaremos a él. Esa es la fe que tenemos, sería muy lindo para todos, pero no nos quedamos de brazos cruzados esperando, sino estamos trabajando muy duro por ello”, aseguró Arias.

Números en contra

La falta de ritmo y competencia harían pensar a muchos que el cuadro verdolaga podría entrar en desventaja a la serie final, además del hecho que el ganador del Clausura se suele llevar el boleto a la máxima categoría al llegar con mejor ritmo y ánimo.

"Las estadísticas así lo dicen, no se puede negar y llevan la razón, quien gana el Clausura generalmente es el que sube a primera, pero estamos trabajando para revertir eso, se hizo una planificación y todo un trabajo para que el equipo no esté parado.

“Estamos trabajando también la parte mental y motivacional del equipo, no solo lo físico y técnico, este grupo está motivado y tiene hambre por hacer historia y llevar el equipo a la primera”, detalló Arias.

Ante hechos o estadísticas que podrían sonar desalentadoras, los guanacastecos se dan ánimos con las promesas que la obra por la que tanto trabajó don Carlos López tienen que llevarla a la máxima categoría.

“Este proyecto que tenemos ahorita y que está dando resultados lo iniciamos hace tres años con Carlos y el año pasado empezamos a ver frutos, apostamos a liga menor que está trabajando fuertemente por lo que tenemos un equipo joven, de ahí salió una base para este cuadro”, destacó el presidente.

Un detalle importante es que aunque no jugaron partidos en la segunda desde que terminó la primera ronda, no han dejado de tener amistosos con equipo de la zona guanacasteca y hasta con planteles de primera división como el Santos y las reservas de Saprissa y Herediano.

Sobre el rival, si es Jicaral o Palmares, Andrés no se mete a elegir, porque para subir a primera le tendrán que ganar a cualquiera, los dos son equipos que conocen bien y serán complicados.

“Se empezó como una minipretemporada cuidando cada aspecto, además en la parte administrativa no hemos dejado de trabajar y estamos afinando el estadio Chorotega para tenerlo lo mejor posible para esos partidos”, agregó el presi.

Desde este lunes, con Jicaral como próximo rival el ambiente en el cantón empezará a calentar, el club espera ver de nuevo que salgan más camisas verde y rojas con el árbol de Guanacaste en el pecho y con la ilusión que el proyecto de don Carlos termine frondoso.