Muchísimas personas tendrán un viernes nada agradable, ya que pasarán con sueño todo el día por la desvelada que se pegaron y además con una mezcla de enojo y decepción tras la derrota de la Sele ante España en el debut del Mundial de Australia - Nueva Zelanda.
Y es que aquellos que se quedaron despiertos con la esperanza de que las muchachas dieran la cara ante tantos fracasos de las distintas Selecciones nacionales, no tardaron mucho en darse cuenta que teníamos poco qué hacer.
Sí, la cosa pudo ser peor ya que al final el negocio nos salió barato con el 3-0, pero es que es poco lo que podemos destacar del equipo patrio, que simplemente se dedicó a defender, en ofensiva no existimos.
Prácticamente desde el pitazo inicial, las europeas parecían como ese chiquito egoísta que no le gusta compartir sus juguetes con los demás niños, ya que agarraron la bola y no la querían soltar, se la daban por raticos a las ticas que en los primeros 20 minutos soportaron las constantes embestidas de las rivales.
Pero entonces nos pasó lo que dice aquella famosa frase: “tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe”. Tras varias llegadas sin éxito, las ibéricas lograron finalmente abrir el marcador y fue de la manera más dolorosa, con un autogol.
Al minuto 21, Esther González, quien recibió solita en el área, metió un pase de la muerte y, lastimosamente, Valeria del Campo llegó de cara al marco y por eso, en vez de desviarla, la mandó al fondo de las redes. En defensa de la zaguera, hay que decir que detrás de ella venía Athenea del Castillo, quien seguramente de todos modos habría anotado si la costarricense no la tocaba.
Ni nos habíamos recuperado del primer bombazo cuando nos dieron el segundo al 23′. Las españolas condujeron la pelota como quisieron, con una Athenea que jaló marcas y abrió espacios, para que finalmente le quedara a Aitana Bonmati, quien sin marca y con un buen toque de zurda, amplió la ventaja.
El tercero llegó en fila, al 27′. Tras un centro de Teresa Abelleira, la 10 española, Jennifer Hermoso, remató de cabeza y la pegó en el palo, entonces González, ni lerda ni perezosa, aprovechó el rechace ya que con solo estirar la pierna puso el tercero de la noche.
¿Y Costa Rica? Un par de aproximaciones con Melissa Herrera en contragolpes, pero la verdad no fue como que asustaran mucho a las europeas.
De la segunda parte, la verdad, no hay mucho que decir. Las ibéricas siguieron siendo dueñas del balón, llegaban y llegaban a nuestro arco, pero hasta ahí, incluso con el pasar de los minutos perdieron precisión. La ofensiva de la Tricolor siguió siendo nula, pero al menos en defensa algo debieron hablar en el descanso porque se ordenaron mejor para evitar que, pese al asedio de las rivales, la cuenta aumentara y evitaran un marcador de escándalo, como se temió en el primer tiempo.
El próximo duelo de las nacionales es el martes, a las 11 de la noche, ante Japón. Si quieren puntuar, tienen muchísimo trabajo por hacer, aunque al menos la goleada no fue tan amplia y hace mantener algo de fe en que se puede hacer algo en la Copa del Mundo.