A Jafet Soto le dieron un consejo de oro que le salvó la vida porque hizo caso y fue obediente.
El responsable de tal preciado consejo es el doctor Rafael Arias, presidente del Santos de Guápiles, a quien buscamos luego de que Jafet nos dijera que él le había dicho unas palabras que marcaron una diferencia enorme.
“Uno como médico tiene una formación que lo hace ver más allá de lo que se ve. El covid es una enfermedad, un virus al que le tengo miedo y no sé porque algunos médicos no tienen el mismo respeto. Cuando me di cuenta que Heredia estaba con covid y que Jafet tenía, le mandé un mensaje. Le dije que Dios lo acompañara y que todo saliera bien. Le pregunté cómo se cuidaba y me dijo que bien”.
“Entonces, le dije que se comprara un oxímetro, muchos no ganan la batalla porque el covid produce una enfermedad que se llama hipoxia feliz, es la falta de oxígeno en los pulmones y baja saturación de oxígeno en sangre. Los gringos la llaman así porque la gente no siente nada”.
A manera de ejemplo, citó a una jueza en Maryland, que guardaba la cuarentena y se puso a trabajar, sin problema. Luego se fue a acostar y murió por esa enfermedad.
El doctor le pidió a Jafet que se comprara un oxímetro de pulso, que mide la oximetría y se coloca en un dedo y que le enviara una foto cuando lo hiciera.
“Me envió la foto y no me gustó lo que vi. Le pregunté que cómo se sentía, me dijo que estaba bien y le dije, vaya a un hospital. El valor normal es de 94, cuando una persona marca por debajo de eso, 92 o 91, como Jafet, hay que saber por qué razón está con eso”.
“Me desentendí hasta que lo llamé al otro día y le pregunté que cómo estaba y me dijo que internado. Gracias a Dios se pudo ver a tiempo. Estuvo tamaños días en el hospital. Esta historia, uno como médico, es para aprender”.
El doctor dice que un oxímetro como el que le recomendó a Jafet cuesta alrededor de 25 mil colones.
Don Rafael quiso enviar un mensaje a la población.
“Hay que cuidarse y mantener los protocolos. A cualquiera le pasa. Tenemos que cuidar la temperatura, la sintomatología, las oximetrías. Estas son fáciles, se lo ponen en el dedo y marca. Lo normal es 94, cuando baja hay que saber por qué. Hay que hacerse la medición cada cuatro horas porque la gente no siente nada. Por eso le dicen la hipoxia feliz”.