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Desde que se anunció este miércoles que Óscar Ramírez no continuará como seleccionador de Costa Rica, en la Federación Costarricense de Fútbol se dieron a la tarea de explicar el perfil del técnico que quieren, pero advirtieron que no puede salirse del presupuesto que disponen.
En pocas palabras, estamos fritos. Encontrar a un técnico con perfil mundialista sería el objetivo, pero conseguirlo a un precio accesible son otros cien pesos y todo dependería de que el entrenador con esa características prefiera trabajar por amor y no por plata, algo poco común en nuestros tiempos.
A Rodolfo Villalobos, presidente de la Fedefútbol, le preguntaron este miércoles en conferencia de prensa si $50 mil (más de ¢28 millones) sería el tope salarial del nuevo entrenador, pero Villalobos no quiso soltar prenda y se mandó con una hablada como de media hora para explicar que no pueden pagar mucha plata.
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La cifra de $50 mil es lo mínimo que se tendría que pagar por un técnico clase A, según explicó el representante de jugadores José Luis Rodríguez y quien es director de la empresa Futbol Consultans. Rodríguez advirtió que si la Federación negocia con cifras poco competitivas, se le complicará mucho encontrar a un entrenador de primer nivel.
Esa cifra es el doble de lo que se le pagaba al Machillo por dirigir a la Sele. Según el experto, Ramírez, por ser un técnico nacional, recibía entre $20 mil y $30 mil.
"Alguien con experiencia mundialista no va a venir por menos de $50 mil, libres de impuestos, si viene con sus asistentes, también hay que pagarles y aparte de eso se deben contemplar otros gastos como casa, carro, tiquetes de avión para él y su familia. En algunos casos se les paga la gasolina, teléfono y hasta la escuela de sus hijos, así que póngale $10 mil más de gastos para la Federación", explicó Rodríguez.
Entre los nombres que pide la afición y la prensa para venir al país se han escuchado el del seleccionador de México, Juan Carlos Osorio; el extécnico de Perú, Ricardo Gareca o el seleccionador de Colombia, José Pékerman, quienes pintan perfectos, pero que son inalcanzables para el presupuesto de la Fedefútbol.
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"No considero que esos técnicos miren a Costa Rica como una opción, a Gareca le fue bien con Perú y asumo que buscará un equipo un poco más fuerte, en el caso de Osorio es de los más caros del área, en México gana unos $100 mil (¢56,6 millones), así que estamos hablando de $1,2 millones al año, esos entrenadores por menos de eso acá no vienen", destacó.
Otros como el venezolano, César Farías, exentrenador de la selección venezolana y de equipos en México, Paraguay y Bolivia anda por los $60 mil y no tiene experiencia mundialista.
Villalobos comentó que la Federación no está al nivel de otras federaciones como México y Estados Unidos que pueden pagar altos montos, por lo que el técnico que venga se deberá ajustar al presupuesto.
"Nos encantaría un técnico que tenga experiencia mundialista, porque sería positivo para el grupo, pero si ustedes revisan se han mencionado algunos nombres que si no los pude traer antes de ser mundialistas, no quiero pensar lo que valen ahorita. No podemos anunciar que contrataremos a un técnico de $1 millón al año sin tener cómo pagarlo. Creo que puede venir un técnico mundialista con aspiración de ir a otro Mundial y que se acomode al presupuesto”, indicó Villalobos
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Por lo dicho, uno de los pocos que aceptaría sentarse a negociar y hablar es el colombiano Jorge Luis Pinto, quien no descarta su regreso. Se dice que podría bajar su salario a $40 mil (cerca de ¢23 millones)
Para Rodríguez, la labor de la Federación es complicada, porque en temas de dinero nadie quiere perder.
"Si se tiene la mirada fija en la billetera eso siempre complica la cosas, siento que la inversión vale la pena para traer a un técnico de calidad por los jugadores jóvenes y el prestigio que gana Costa Rica en los Mundiales. Además, uno tiene que poner en una balanza lo que trae, versus lo que recibe porque ir a un Mundial significa mucho dinero para las arcas.", considera el agente.
La recomendación final de José Luis va por la de muchos otros, ir por un técnico extranjero con buen recorrido, soltar unos dólares más y tomarse el tiempo que sea necesario para escogerlo, porque no hay necesidad de correr.
