Alajuelense pulsea ser campeón y no se ha puesto en pequeñeces para tener a los mejores jugadores, ojalá seleccionados y caros.

Las contrataciones de Esteban Alvarado y Marco Ureña tiene felices a los más fiebres, mientras que otros se preguntan cómo hacen los dirigentes manudos para pagarles.

“Rumbo a la quiebra y sin la 30”, escribió en su cuenta de Twitter un aficionado identificado como @Negrillo.

Otros más positivos solo se emocionan con el chance que les hace creer que ahora alzarán el título, el cual se les resiste desde diciembre del 2013.

“Excelente contratación y bienvenido nuevamente al equipo. Mucho éxito”, tuiteó J. Arturo Núñez.

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Pese a que los rojinegros no hablan de cifras, es claro que Alvarado y Ureña son futbolistas caros, ya que en los últimos años hicieron carrera en el exterior, algo que llama la atención, especialmente porque cuando el presidente Fernando Ocampo llegó al club, en diciembre del 2016, se encontró con una situación económica ralita, informes alterados y para colmo debieron pagarle una indemnización al técnico español Benito Floro, despedido en agosto del 2017, de más de ¢160 millones, por solo ocho meses de trabajo.

Recordemos que Ocampo, lo primero que hizo como jerarca fue despedir a jugadores como Jorge Claros, precisamente por su alto sueldo, y en todo el 2017 contrataron a futbolistas “baratos” como Din John Arias y Seemore Johnson, entre otros, porque el presupuesto no daba para mucho.

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Además, ese año se dieron atrasos en el pago de salarios a los futbolistas.

"La Liga no se atrasó, la Liga paga al día. Se atrasó en julio unos días. Nos reunimos con los líderes, les explicamos la situación y de la manera más comprensiva dijeron: ‘Presi, vaya, no hay ningún problema, nos paga cuando sale (la plata)’.

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“¿Qué hicimos ahí? Con la plata que teníamos, que no alcanzaba para todos, vimos (a los jugadores) que tenían salarios más bajos, los que tenían obligaciones de pagar casa, un compromiso, una pensión y a ellos les pagamos. A los otros les dijimos que nos dieran un chance y el atraso, sino me equivoco, fue de cinco días”, respondió Ocampo el 12 de agosto del 2017, un día después de que se filtró el borrador del contrato firmado con Floro.

Floro ganaba $25 mil al mes (¢15.1 millones al tipo de cambio actual) y pasó cinco meses sin recibir el sueldo para que le pagaran a los futbolistas. Para Ocampo, esa cifra no era alta porque en la Liga, según él, antes de llegar con su grupo de trabajo ,“entre el gerente deportivo y el entrenador, más o menos ....(ganaban eso)”.

Además, contó que antes existieron salarios más caros en la Liga que el de Benito.

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Al español lo despidieron, le pagaron los cinco meses de sueldo, más tres de indemnización y al final salió con ¢166,9 millones.

Hubo más

Los problemas de plata volvieron en noviembre anterior, cuando Jonathan McDonald dijo que no se había ido del equipo esperando una buena oferta que lo ayudara a él y al club.

"Sí han salido alternativas, rechazamos algunas porque no eran tan llamativas para el club, el club no está pasando una situación económica muy buena de momento.

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“Siempre lo he dicho que no me quiero ir y dejar a la Liga... Quiero que la Liga reciba algo importante, no eran opciones muy buenas económicamente para la Liga”, indicó Mac el pasado 20 de noviembre.

Días antes de esa declaración, Ocampo mencionó en una asamblea de socios que, aunque los números cerraron en negro, debían zocarse más la faja.

La Liga solicitó un préstamo de $1 millón (¢607 millones) el año anterior para equilibrar las finanzas.

No obstante, ahora trajeron a Alvarado y a Ureña, figuras que le interesaban al Sapri, club que los descartó por caros.

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