El atleta limonense Alejandro Ricketts se disponía a entrenar el miércoles 6 de julio en la pista del Estadio Nuevo de Limón, pero para su sorpresa se encontró un lugar en muy malas condiciones.
El velocista, de 19 años, tenía 3 semanas sin ir a la pista, pues andaba compitiendo en un campeonato centroamericano y al volver estaba llena de pipas vacías y además hay pedazos de la pista sintética hechos pedazos.
Para Ricketts lo que pasa en el estadio no es nuevo y quienes producen los daños tienen nombre y apellidos.
“Cuando llegué tiraron las pipas, hay basura y le hicieron un hueco redondo en el centro de la pista de los 100 metros planos. Antes no llegaban a chapear, el monte de la cancha estaba alto, pero esta vez me asombré de que estuviera así.
“El daño lo hacen asaltantes que vienen de un barrio llamado Villa de Plata, llegan cuando ven gente en la pista entrenando”, comentó.
En este momento, el también estudiante de asistente de farmacia no tiene otro lugar en donde entrenar y necesita estar puras tejas para participar en el mundial de Atletismo sub-20, que se llevará a cabo en Colombia en agosto.
Alejandro participará en los 200 metros planos.
“Yo entreno solo y tengo un amigo, Joser Cruz, que me lleva al estadio a eso de las 5 de la mañana y ahí se queda conmigo hasta que termine el entrenamiento, a esa hora afortunadamente no hay nadie.
El estadio.
— El estadio nuevo de Limón se inauguró en el 2009 y un año después se le colocó la pista sintética, que costó ¢450 millones. Fue usado por el Colegio Deportivo de Limón hasta el 2019 y desde entonces está en abandono.
“Conozco otros atletas que dejaron de entrenar en el Estadio Nuevo porque les da miedo que los asalten o les hagan algo peor y es que la seguridad brilla por su ausencia”, manifestó.
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Alejandro dice que podría entrenar en el Polideportivo de Japdeva, pero el lugar no reúne las condiciones para una adecuada preparación.
“Ese lugar tiene muchos huecos y podría ir al Juan Gobán, pero uno se golpea a la hora de correr. Lamentablemente, el lugar ideal es el Estadio Nuevo”, expresó.
El atleta lamentó el poco apoyo de las autoridades en este tema.
“El Icoder promete que se hará la pista de nuevo, pero no hacen nada y yo lo que pido es que puedan arreglarla lo más pronto posible, que no sean promesas”, dijo.
Más caro el caldo...
Gerardo Romero, director ejecutivo del Comité Cantonal de Limón está al tanto del estado de la pista, pero aclaró que el estadio es propiedad del Icoder.
“Antes del cambio de gobierno nos reunimos con la ministra del Deporte, Karla Alemán, y se conformó una comisión, pero se dice que se necesitan ¢2 mil millones para la restauración, cuando la construcción del estadio costó ¢1.200 millones”, destacó.
Kenneth Sevilla, jefe de la Unidad de Obras del Icoder, reconoció que el estadio se encuentra deteriorado.
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“El estadio actualmente se encuentra sin protección de seguridad porque se considera una zona de riesgo para cualquier persona dado los hechos violentos que se han presentado, esto se ve incrementado por el hecho de no contar con iluminación, ni agua potable, lo que no permite que se brinden las condiciones mínimas de salud para mantener personal en el sitio.
“Por esta razón, nuestra recomendación al Consejo Nacional del Deporte y la Recreación es que primero es importante mejorar las condiciones y definir a un administrador en el sitio, para luego implementar las mejoras”, explicó Sevilla.