Puntarenas FC volvió a la primera división en mayo del 2022, en su regreso a la máxima categoría hizo un muy buen torneo, clasificó a semifinales y encendió la ilusión por tener un gran 2023.
Lamentablemente, para el Puerto el año que está por acabar no trajo nada de lo que esperaba, todo lo bueno que consiguió en seis meses se cayó en una campaña demasiado inestable en resultados, técnicos y hasta en la parte dirigencial, que provocaron que el equipo anduviera lejos de repetir la clasificación.
Desde enero la cosa pintaba mal, había una guerra cruzada entre el presidente Héctor Trejos, el técnico Alexander Vargas y el gerente deportivo Henry Duarte, que terminó en la salida de todos del club naranja conforme pasaron las semanas.
Trejos jaló a finales de enero, Silvia Bolaños asumió su cargo; Geiner Segura agarró el de Vargas, y Wálter Centeno el de Henry Duarte. Toda esa cambiadera y desorden hizo que el conjunto chuchequero acabara el Clausura 2023 en el décimo puesto con 20 puntos. Un resultado lógico.
Para el segundo semestre las cosas tampoco pudieron arreglarse mucho, porque siguieron los cambios. Paté apenas duró tres meses en su puesto, de marzo a mayo; entonces, llegó Roberto Wong y en solo dos jornadas del Apertura 2023 se volaron a Geiner para traerse al argentino Diego Vásquez.
El último cambio de timonel tampoco pegó, según lo reconoció la propia Bolaños, quien afirmó quedar decepcionada con el trabajo y antes de terminar el torneo se lo voló para poner a Wong como interino.
Al final, como no podía ser de otra manera con semejantes enredos, les volvió a ir como un quebrado, hasta peor que el torneo pasado; volvieron a quedar décimos, ahora con 18 puntos porque, de feria, al final de certamen les rebajaron tres unidades por no cumplir con la regla de sumar un mínimo de 1.440 minutos para la norma sub-21, con lo que quedó a solo tres unidades del colero, Grecia.
Silvia Bolaños acabó el campeonato criticando a su equipo, a sus jugadores, a Vásquez y exigiendo que para el torneo entrante las cosas tienen que cambiar.
“Hay jugadores que no sienten la camiseta, que no se cuiden adecuadamente, o que se les ve en actividades extra-cancha antes de un partido. Tenemos que cambiar muchas cosas”, dijo.
Es verdad, el Puerto tiene que cambiar muchas cosas, si sigue en los enredos del 2023 no cabe duda que ese barco no va para buen puerto y rapidito puede naufragar, para eso contrataron a Douglas Sequeira a ver si pone orden.