El 'Stade de France', vestido de los colores rojo, blanco y azul para el partido amistoso entre Francia e Inglaterra, este martes rindió homenaje a las víctimas de los atentados de Londres y Mánchester antes del inicio del choque en París.
Una de las tribunas se tiñó con una cruz roja sobre fondo blanco en honor a la bandera de Inglaterra, formada con mosaico hecho por los aficionados locales.
Antes del pitazo inicial, la salida al terreno de juego de los jugadores se efectuó mientras sonaban los acordes de la canción 'Don't look back in anger' (No mires atrás con ira) del grupo Oasis, originario de Mánchester, por la banda de música de la Guardia Republicana francesa.
Los ataques se dieron el 25 de mayo en el Manchester Arena, durante un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande en el que murieron 22 personas y tuvo más de 59 heridos por una explosión. El 3 de junio hubo otro ataque, esta vez en Londres que dejó siete muertos y más de 40 heridos. Isis se atribuyó la responsabilidad de este atentado.
Los aficionados, principalmente británicos, le pusieron letra a la canción en un momento que resultó de los más especiales antes del duelo.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y la primera ministra británica, Theresa May, se hallaban en la tribuna presidencial y vieron juntos el partido. También se modificó el protocolo habitual según el que suena antes el himno del conjunto visitante.
Los acordes del 'God save the queen' sonaron a continuación de La Marsellesa, como ocurrió en sentido inverso en el último amistoso en Wembley entre ambas selecciones, donde se homenajeó a las víctimas de los atentados de París del 2015.
El partido se jugó entre grandes aires de hermandad y con la sensibilidad a flor de piel aunque los futbolistas dieron todo en el campo. "Les Blues" triunfaron 3-2 con goles de Samuel Umtiti (22'), Djibril Sidibé (43') y Ousmane Dembelé (78'). Por la selección de la Rosa Harry Kane se fue de doblete a los 9 y 48 minutos.