Elvirilla tenía razón, al final Alajuelense sí se enfrentó a Cartaguito y le dio un golpe que pareciera letal con un triunfo 3-1 en el estadio Fello Meza, el cual deja al menos una mínima ilusión para los blanquiazules en el juego de vuelta por los cuartos de final de la Copa Centroamericana.
Este nuevo capítulo entre brumosos y manudos tenía algunos otros ingredientes, además de ser a nivel regional, sino una nueva prueba para Paulo César Wanchope de hacerle daño a un rival que le ha costado, tal vez, como ningún otro, y al que le cuesta sacarle puntos.
No hay cómo Chope pueda ante la Liga, es una cosa realmente complicada para él, el León es una bestia que apenas tiene enfrente la resulta imposible, ya sea jugando bien, mal, regular, en el Fello Meza, en el Morera Soto o en Estadio Nacional.
Por eso no es de extrañar tampoco que sean los rojinegros los que tumbaron además un invicto de casi un año que tenían los blanquiazules en el Fello Meza, pues el último equipo que había ganado en la Vieja Metrópoli es el de las pesadillas brumosas, la Liga, el 28 de setiembre del 2022 por el torneo nacional
La serie decía que en Copa Centroamericana se veían el mejor equipo de la primera fase, al ganar doce puntos de doce ante el peor clasificado, uno que hizo siete de doce y pellejeó su clasificación hasta el último instante.
En el primer tiempo no vimos nada de eso, sino un partido parejo e intenso, pero en el segundo fue todo lo contrario, el mejor se comió al peor y con una facilidad con la que, posiblemente, los fiebres cartagineses estaban con el hígado en la mano.
Fueron dos partidos totalmente diferentes; al primer minuto la Liga se debió quedar con diez por un codazo clarísimo de Alexis Gamboa a la cara de William Quirós, pero el árbitro hondureño, Nelson Salgado, perdonó al manudo apenas mostrándole amarilla.
Parecía que por fin el respeto excesivo de Chope sobre el León había quedado de lado, pues en esos primeros minutos Cartaginés lucía con carácter y mostraba buen juego.
Las fuerzas e ilusiones al no verse traducidas en opciones claras se fueron deshaciendo poco a poco, y la Liga ahora sí tomó el balón a eso de la media hora y empezó a acercarse aunque sin peligro real.
Cuando acabó la etapa inicial, uno esperaba un segundo tiempo con dos equipos en el partido, con opciones, pero el asunto es que uno volvió a la cancha y el otro no, para tristeza de todos los locales se aproximaba la fiesta rojinegra.
Qué fácil hizo el León los goles, qué sencillo se metía por las bandas y cerraba al centro, qué fácil le salió todo para marcar tres pepinos, en apenas doce minutos, que mataron cualquier ímpetu, y quebrantaron el espíritu blanquiazul.
Por la banda izquierda es donde la Liga hizo fiesta; primero, Venegas filtró un bolón para Carlos Mora, quien entró a esos últimos metros gambeteó como si nada a Briceño y la puso al centro para Joel Campbell, quien con un toquecito de zurda puso el 1 a 0.
Ya con el gol el partido tenía otra vista, otro plan y obligó a Chope a mover el banquillo pronto, metió a Dylan Flores y a Marcel Hernández, y tres minutos después de la variante cayó el 2-0, al 64, como todo un palazo a los planes e ilusiones.
Ahora fue el Cachetón el anotador; volvió a aparecer Mora como asistente con centro desde la derecha cuando la pecosa estaba por salir y de jupa el atacante erizo le llegó tras el bomberazo de Kevin Briceño, quien realizó una mala salida.
Y cayó el tercero al 67, todo demasiado rápido, de Venegas por la derecha para Aarón Suárez, quien cerca del punto penal definió sin bronca alguna para casi que sentenciar la serie con un golpe de ese nivel.
Cartaginés quiso al menos un descuento para tener una rayito de ilusión la próxima semana. Lo intentó con un remate de lejos de Jeikel Venegas que tapó Leonel Moreira de buena manera.
Ese rayito apareció al 88 cuando Marcel Hernández puso el 3-1, al aprovechar una melé que quedó en el área y que el cubano empujó en la línea de meta tras una jugada muy confusa, en la cual se observó una mano de Josimar Pemberton que debió anular el tanto. Pero no hubo más drama que ese.