El entrenador Kenneth Barrantes no lo pensó dos veces cuando le ofrecieron la posibilidad de hacer una nueva vida en México, como asistente técnico de Amelia Valverde, en las Rayadas de Monterrey.
Barrantes, de 47 años, estaba dirigiendo en la Liga de Ascenso y gracias a una recomendación pudo dar el salto al fútbol internacional. Ya tiene casi un año en el club bicampeón de la Liga MX Femenil y, está tan encantado con su trabajo, que dos meses después de llegar a tierras aztecas plasmó su amor por el club con un tatuaje en su brazo izquierdo, en donde le hicieron el escudo del equipo.
Kenneth conversó con La Teja días después de que las Rayadas obtuvieran el bicampeonato ante Tigres, el 25 de noviembre pasado, y relató detalles de su nueva experiencia.
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Encantado
- ¿Cómo se dieron las negociaciones para irse a México?
Amelia (Valverde) fue presentada en diciembre del año pasado y yo llegué el 27 de enero. En realidad, quien hizo esto posible fue Rodolfo Villalobos (expresidente de la Fedefútbol), él me recomendó y Diego Brenes, quien era director de Selecciones, también me metió el hombro y la verdad no podía dejar pasar la oportunidad.
El venir acá no es bueno solo por lo económico, sino por la experiencia por estar en un club grande, donde hay más desarrollo. Me siento muy contento y agradecido por la experiencia.
- ¿Cómo ha sido la experiencia, tomando en cuenta que ya estuvo con fútbol femenino en el país?
Desde todo punto de vista es muy diferente, es un club grande, con mucho poderío, potencial económico, es fútbol de primer nivel.
Las instalaciones, todo es moderno y eso te obliga a estar más actualizado de lo normal y ni qué decir del plantel. Contamos con jugadoras mundialistas, seleccionadas de varios países como México, Sudáfrica, España.
En Costa Rica le ayudé a Bernal Castillo cuando estaba en Herediano y luego me fui a ayudarle a Palmares. Ambos eran proyectos muy interesantes, pero sí hay que reconocer que el fútbol femenino acá es de mayor nivel.
Susto. A mediados de año, Kenneth tuvo un problema cardíaco y gracias al apoyo del cuerpo médico del club ahorita se encuentra puras tejas.
- ¿Qué lo motivó a tatuarse?
Es la primera vez que me hago el tatuaje de un equipo, por una cuestión espiritual. Dios me cumplió una promesa y estando acá me comencé a enamorar del club, de las cosas que me comenzaron a pasar acá y poco a poco en el club se fueron ganando mi corazón.
El tatuaje me lo hice a los dos meses de estar acá, puse la fecha en que llegué a acá, las banderas de México y Costa Rica y las estrellas de los títulos que tenía hasta ese momento (que eran dos). Cuando llegó el primer título con nosotros me hice la tercera estrella y ahora me tatué la cuarta.
En México, ningún club había sido bicampeón y esta es una experiencia especial, me he sentido muy respaldado por el club, por la directiva.
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- ¿Qué pasa si se va a trabajar con otro club?
Esto es algo a nivel personal y no me tendría por qué afectar, porque uno es profesional y me entregaré al club en el que esté. Esta es mi primera experiencia a nivel internacional y eso me hace aferrarme y agradecerle al club.
- ¿Cuál es esa promesa de Dios de la que nos habla?
En setiembre del año pasado llegué a Quepos Cambute, para dirigir en segunda y un directivo me invitó a la iglesia, quedaba a 200 metros de donde vivía. Recuerdo que me invitó un jueves y el pastor que estaba, don Gerardo, sin conocerme, me comenzó a decir algunas cosas en un momento de oración.
No comprendía lo que pasaba, me sorprendió y en el transcurso de mi estadía en Quepos me fui acercando a Dios, me fui convirtiendo en una persona más espiritual y justo antes de venirme para acá, el pastor me dijo que iba a salir del país, que tenía las puertas abiertas al extranjero y en eso no se había hablado nada de esta oportunidad.
Eso fue un jueves y al lunes siguiente ya estaba conversando con Amelia.
- Fuera de la cancha, ¿cómo es su vida en México?
Acá vivo con mi pareja y prometida, Gina, quien ha sido un pilar fundamental en todo sentido, ella ha estado para Amelia, para el profe Bryan Mora (preparador físico) y para las jugadoras.
Se ha identificado con el equipo y el ambiente acá es muy bonito, la ciudad es muy linda, es muy cara, no lo voy a negar, pero es una zona turística y el nivel de vida es muy bueno.
- ¿Qué piensa de Amelia y la forma en la que salió de la Selección?
Amelia es muy profesional, no lo digo porque trabaje con ella, ha forjado su camino. Creo que en Costa Rica se le trató de una forma subjetiva, pero como ella lo dice, el fútbol pone a cada uno en su lugar, Dios pone a cada uno en lugar y pese a lo que vivió allá, ha demostrado que su profesionalismo es grande.
Ella se enoja cuando nos quedamos cortos en el club, nos felicita cuando debe hacerlo. Es la jefa y ha demostrado tener capacidad y se le ha criticado mucho, pero hoy está demostrando que hace muy bien su trabajo.