Por fin se arrancó la espina de no ganar un título en selecciones. Gerardo Martino entierra los fracasos de Copa América con Argentina y Paraguay, para celebrar desde el banquillo mexicano la conquista de la Copa Oro.
“En lo personal me siento muy contento por mi primer título internacional”, admitió ya con serenidad el ‘Tata’, en una imagen distinta a la mostrada en los linderos del campo de juego, donde desbordó intensidad y constantes reclamos al cuerpo arbitral.
Puntualmente, el seleccionador resaltó el accionar de su plantel ante un rival que se le ha complicado a México en los últimos años, Estados Unidos. “Tuvimos fluidez en el manejo de la pelota, lo presionamos mejor, por momento les quitamos pelotas en sus salidas”.
Respecto al balance de su gestión, el argentino machacó sobre lo complejidad del recambio generación a la que está obligada la Selección Nacional.
“La mayoría del equipo juega en el fútbol mexicano, y a mí me interesaba mucho tener jugadores con ritmo para este torneo”
“Estoy muy contento de cómo han funcionado estos primeros seis meses de gestión. El proceso de recambio generacional es lógico, torneos como éste le irán dando experiencia a los más jóvenes. Considero que vamos por un buen camino y no sólo por este resultado”, analizó.
Humilde festejo
Los jugadores mexicanos colmados de emoción en el Soldier Field, se quitan el tiro de “Gigante de la Concacaf”, porque prefieren hablar con acciones sobre la cancha.
“No me gusta el mote. Seguiremos trabajando con esa humildad y trataremos de demostrar que somos importantes no sólo en Concacaf”, indicó el mediocampista Andrés Guardado, quien llegó a 93 victorias con la selección, una marca que también ostenta Cristiano Ronaldo con Portugal.
Mientras que Jonathan dos Santos, héroe tricolor por ser responsable del único tanto, tardó en creerse su protagonismo. “Lo juro, no sé qué decir... feliz por ayudar al equipo, poner mi granito de arena, al final todo llega en su momento, en un partido muy importante. A Festejar”.