Este sábado en el Circuito Automotriz de Parque Viva se reunieron 21 chuzos para la renacida edición de Las Tres Horas de Costa Rica.
Las navezotas deleitaron a los fiebres de los motores, pero, sin duda, una de las que más llamó la atención fue el Corvette GT1 C5 del empresario Carlos Rodríguez.
En la parrilla de salida a las 2:30 p.m el carrazo amarillo del millonario piloto lucía casi tan radiante como su linda novia, la exmiss Costa Rica Elena Correa, quien como siempre lo acompañó y no paró de apoyarlo.
Don Carlos formó parte de la categoría GTS, quien corrió de manera simultánea con los tipos CTCC y la GT3. La carrera estuvo marcada por los choques y autos que debieron retirarse por broncas mecánicas sin cumplir las tres horas establecidas.
A diferencia de otros años, en los que Rodríguez manejó carros que le aportaban agencias que competían en el CTCC, en esta ocasión, el piloto llegó con su propia nave, un “avión” que en la recta principal del circuito puede llegar hasta los 220 kilómetros por hora.
La competencia era reñidísima con pilotos como Daniel Formal de BMW, campeón de la categoría, André Solano de Suzuki quien logró recuperarse a tiempo después de una cirugía en la muñeca izquierda y Emilio Valverde abordo de un Toyota.
No aguantó
A pesar del buen nivel de la competencia, la nave de don Carlos estaba demostrando que es cosa seria y el veterano piloto hacía una buena carrera y peleaba la punta hasta que el motor de su Corvette se recalentó y obligó al magnate a salirse de la carrera.
A los casi 42 minutos y después de 34 vueltas, el chuzote se fue para los pits para no volver porque era muy riesgoso jugársela de nuevo, por lo que Diego Rodríguez y Charlie Fonseca, quienes correrían en la segunda y tercera hora se quedaron sin poder manejar.
Antes iniciar la carrera, don Carlos nos adelantó que debía que cuidar mucho la nave para lograr terminar la maratónica competencia.
“Es una carrera importante en la que hay que hacer un click con el vehículo para terminar porque en tres horas los carros andan siempre estresados por tanta exigencia, uno los anda al límite”, comentó Rodríguez.
Al final, los primos Emilio y Bernal Valverde se coronaron en las tres horas, seguidos por Daniel Formal y Ignacio Sansó.
Apoyo incondicional
Correa nos dijo por su parte que desde hace meses don Carlos estaba superilusionado con esta carrera y correr en una nave que ella conoce muy bien y jala en paleta.
"Es un carro superrápido en el que Carlos tiene muchísima experiencia, es un espectáculo increíble que muchísima gente disfruta por la manera que suena y la velocidad que imprime.
“Uno se asusta un poco, incluso, de verlo de afuera. Una vez hasta me tocó ir con él y se siente una adrenalina y una acción muy grande, es superchiva.”, dijo Correa.
Don Carlos demostró que todavía está para grandes cosas y en futuras fechas del Costa Rica Touring Car Championship promete que viene con todo, ojo ahí.