La Selección sub-23 de Costa Rica brindó una linda tarde y un buen momento a quienes llegaron a verla al estadio Fello Meza, en Cartago, al ganar 3-2 ante Colombia
El cuadro de chamacos que eligió Claudio Vivas dejó claroscuros, algunas cosas que gustan, ilusionan y dan para creer y otras que hay que poner cuidado para no sufrir a futuro, pero en la balanza queda claro que son más las cosas buenas.
En las dos mejengas que se disputaron ante los cafeteros lo que más hay que resaltarle a los chicos son el pundonor y las ganas, entendieron que para vestir la roja hay que correr cada bola, ir a la marca siempre y si hay que rifarse el físico, se hace, en ese aspecto todos pasaron la prueba.
Luego ya Vivas dirá quién se vio mejor o no, lo que sí se resalta es que a los que más se le exigen por experiencia en la Tricolor como Brandon Aguilera, Jewison Bennette, Kenneth Vargas o Warren Madrigal alzaron la mano.
Los goles llegaron no por chiripas o casualidades, sino por buena construcción de jugadas. La corrida de Ian Lawrence por la izquierda para rescatar un balón y luego poner un centro para que Warren pusiera el 1-0 a los 11 es bien buena.
Lo que hace Huevito a los 57 para el 2-2 también es detalle de calidad, aprovechando un mal despeje de la zaga cafetera y sin dejarla caer le dio un buen derechazo a la esquina a la pecosa. Vargas fue por mucho el mejor en estos dos partidos.
En juego aéreo también nos vimos bien, ganando bastantes duelos aéreos a pesar de la altura del rival, por esa vía cayó el 3-2 a los 72, cuando Jordy Evans entró solo a cabecear tras un tiro de esquina.
¿Cosas por mejorar? La defensa, sin duda, es un punto, en ambos partidos recibió dos goles y en ocasiones nos entraban con facilidad como los goles de este martes, el de Luis Mosquera al 14 y el de Carlos Cortés al 30, lamentablemente en ambos falló el joven Timothy Arias, de esas caras nuevas a las que Vivas les dio un chance.
Especialmente por la banda derecha, los cafeteros se metían sin mucha dificultad y en la primera media hora llevó mucho peligro al marco de Byron Mora, el arquero de Alajuelense que juega a préstamo en San Carlos.
Al final pese a lo que se pueda mejorar queda un buen sabor de boca, se empató una mejenga y se ganó la otra ante un equipo bravo en ligas menores, queda la sensación que hay un futuro en el que se puede confiar.