El joven volante creativo de Alajuelense Brandon Aguilera, de apenas 17 años, coge café y bretea en el campo con su padre don Bernal, además de ponerle bonito con los leones.
Aguilera está acostumbrado a trabajar duro desde niño, era un requisito para que después le dieran permiso para ir a mejenguear, pues la plaza de fútbol de Los Robles de Naranjo le queda muy cerca.
Hoy en día, junto con su hermano Dylan, pretende poner una marca de café para aprovechar mejor el beneficio que tiene su familia y que se llama Aguilera Brothers.
Esa empresa está conformada por ocho hermanos, son doce en total, donde está el papá de Brandon y siete tíos más del jugador.
Desde que está en el primer equipo Brandon casi no coge café porque le queda poco tiempo, pero recuerda con emoción esos tiempos.
“Empecé recolectando dos o tres cajuelas por día, eso era aproximadamente tres mil colones y yo me regresaba contento para la casa”, contó en la página de Alajuelense.
Para el jugador son normales los trabajos en el campo después de un entrenamiento o bien cuando el equipo está de vacaciones.
“Cuando estaba en la escuela siempre me iba muy bien, siempre terminaba eximido, entonces mis papás mandaban cartas justificando mis ausencias a final de año para poder ir a coger café”, dijo el joven futbolista.
Esa faceta lo ha hecho valorar más el ser parte del primer equipo, ya que muchas veces no pudo asistir a entrenamientos por falta de dinero.
“Esto me ha enseñado mucho a valorar las cosas, ver los sacrificios que ellos (papás) hacían para que hoy yo esté donde estoy es algo de admirar. Muchas personas tienen que saber que detrás de Brandon hay una familia que se ha esforzado por él”, dijo el joven.
La Teja conversó con el papá de Brandon, don Bernal, quien dijo que su hijo siempre fue aplicado en el estudio, contó que debía coger café para poder mejenguear y que antes de que iniciara el torneo el joven volante le dijo: ’mi tata, estoy aburrido’, y nos fuimos con el hermano a hacer un trabajo, pero si hubiera sido en cosecha, él se va a coger café”, contó.
Don Bernal comentó que sus dos hijos afinan los detalles para sacar una marca del café que producen de exportación, pero que aún no le tienen nombre.
“Ellos fueron criados entre coger café y jugar fútbol. De pequeños iban del cafetal a la plaza con sobrinos, la plaza está muy cerca. Pero ahora en la finca tenemos una cancha y allí jugamos”.
Con orgullo dijo que su hijo es una persona seria y luchadora, que le pone mucho interés a las cosas que hace.
Su talento viene desde pequeño cuando en Carmelita, algunos papás se molestaban porque solo llegaba a jugar y no entrenaba, pero era porque la situación económica era complicada para la familia.
“Tranquilo, nos decían los entrenadores. A veces solo podía ir los viernes”, comentó.
Brandon es competencia directa de Bryan Ruiz, por lo que deberá esperar chances para ir haciéndose un campo en el once estelar manudo. Casualmente fue el jugador que almorzó con el capitán manudo cuando el diez se incorporó a los entrenamientos, luego de haber guardado cuarentena.
“Me contó que estaba solo y pensaba que ni le iba a hablar, Bryan se sentó y curiosamente le preguntó a mi hijo de qué juega y le dijo de diez. Y se echó una risilla y siguieron hablando”, contó don Bernal.
El hermano, Dylan, también jugó un tiempo. Estuvo en la Academia Wilmer López, pero le salió una oportunidad para ir a Estados Unidos a estudiar.
“Ahora solo juega con nosotros”, dijo don Bernal.