El fantasma de la 29 agarró forma de Tigre y se puso rojiamarillo esta tarde de domingo en el estadio Eladio Rosabal Cordero.
Alajuelense cayó derrotado 1-0 ante Herediano y volvió el miedo de que la 30 se vuelva a ir en un pestañeo. Sin embargo, el Team dejó herido al León mas no lo mató cuanto tuvo todo para hacerlo y el próximo sábado, a partir de las 6 de la tarde, el Alejandro Morera Soto estará a reventar, 18 mil almas llegarán con la ilusión de un título histórico para la centenaria institución.
Andrés Carevic, técnico erizo, la ha visto horrible en estas series finales ante los florenses, el santo ha estado de espaldas.
En la fase regular le ganó los dos duelos, pero como dice la famosa canción: ¿Tan bonita para qué?, si en la final de la segunda fase perdió uno (2-0) y empató otro (0-0).
Los florenses fueron bien ingratos porque empezaron a asustar desde antes de que el árbitro Juan Gabriel Calderón pitara el inicio del partido, porque volaron un dron que tenía un fantasma guindando.
Ese fantasmita metió miedo porque atrasó el inicio del juego. Calderón no empezó hasta que desapareciera y además aprovechó para quitar unos papeles rojiamarillos que estaban tapando parte de las líneas de banda.
El cuadro erizo se hizo el loco y empezó tocando bonito la pecosa. Incluso al minuto tres hicieron una gran jugada.
Un minuto después llegó la jugada que podrían lamentar en Alajuela por los siglos de los siglos.
En un saque de banda de José Andrés Salvatierra, Jonathan Moya, quien ingresó de titular por la lesión de Marcos Ureña, pivoteó la bola, cabeceó hacia atrás y esta le quedó a Jonathan Mc Donald, quien remató de seguido de pierna derecha.
Esteban Alvarado, muralla otra vez, repelió el remate, le quedó al Bigmac otra vez, pero estaba tapado por varios defensas, entonces le sirvió la pecosa a Allen Guevara, quien estaba solo frente al marco y sin portero, para que se hiciera grande. Solo había un zaguero sobre la línea de gol.
Guevara le pegó medio mordisqueado a la bola, pegó el tubo, pasó frente a la línea de gol y le quedó a un rojiamarillo que le pegó un patadón para salvar la tanda.
Aun así siguieron apretando los visitantes. Bigmac sacó un riflazo de derecha que pudo crear problemas grandes, pero Alvarado se fajó con la pecosa.
Después de eso se sacudió el equipo local. Keysher Fuller entró sin marca por derecha, pero pateó a las manos de Adonis Pineda. Ese fue solo el aviso de lo que venía.
Al minuto ocho, llegó el golcito de carambola.
Randall Azofeifa cobró un tiro de esquina, Francisco Rodríguez quería patear de derecha pero Kenner Gutiérrez le estorbó, con tan mala suerte para el manudo que el balón le pegó en la espalda a Ariel Soto y se fue para adentro.
No hubo chance para que Adonis Pineda, ni Keylor Navas, ni el portero que sea, reaccionara.
La anotación le dio valor al Herediano y apretó, sufrió mucho la defensa manuda, pero salió bien librada.
Ya cuesta arriba, la cosa se puso peor para el liguismo, cuando al minuto 18 se quedaron con un hombre menos cuando Júnior Díaz trató de salvarle la tanda a Cristopher Meneses en una torta que se jaló al devolverle un pase que se quedó muy corto.
Brian Rubio la robó y salió soplado, pero Júnior para evitar que se fuera, se le barrió con todo y lo pegó.
Roja clarísima y el árbitro Juan Gabriel Calderón no titubeó. Además, Díaz era el último hombre, o sea, nada que hacer.
Aun con uno menos, la Liga igual pudo empatar supo defenderse como felino panza arriba.
Ariel Soto falló cerca de su área, le quedó a Anthony López, también titular este domingo, se quitó a uno y cuando tenía que clavarla al ángulo, pateó malísimo de zurda. También podía pasarla servirla, pero decidió mal y estas decisiones mal tomadas están matando al León.
Corrieron mucho. En la segunda parte el marcador no se movió, pero ambos equipos corrieron con todo.
Ahora la Liga deberá ganar 1-0 en su casa o por diferencia de un gol (2-1, 3-2, 4-3, etc) para extender la serie a tiempos extra. El gol visita no cuenta.
En caso de ganar por diferencia de dos o más goles (2-0, 3-1, 4-2, etc) se proclamaría campeón y ganaría su estrella número 30.
Si eso no sucede, Herediano alcanzará su trofeo 28 en la historia y se pone a uno de empatar a los liguistas como el segundo más ganador del país detrás del Saprissa con 34.
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