Cuando se confirmó la gravedad de la lesión de Yirlany Hernández, el sábado 6 de agosto luego de un partido de la Selección Femenina Sub20 ante Países Bajos, el viernes 5 de agosto, era inevitable un viaje pesado, lleno de tristeza y lágrimas.
La diez de la Tricolor, la llamada a destacar se perdería el Mundial, y la lesión le llegó apenas cuatro días antes del debut. No es que en el viaje no hubiera llanto o tristeza, pero sin duda el equipo de Pococí hizo el momento mucho más fácil de digerir, según cuenta el técnico y presidente de la institución Jimmy Núñez.
El sábado, Yirlany llamó a Núñez, el técnico, el presidente, el amigo, casi el papá de las jugadoras y le dijo, ‘venga por mi, ya me quiero ir”.
“En realidad me llamó Ángela Mesén (delantera de la Sele, también de Pococí) y me dijo ‘profe, Yir le quiere decir algo’. Y solo me dijo que la fuera a traer. Yo estaba mal, tenía una leve esperanza de que se recuperara y apenas asimilaba el golpe. Luego me llamó el médico y agradezco tanto esa llamada, me dijo que una buseta de la Federación la podía dejar en Guápiles”, dijo Núñez.
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“En esa hora y media de espera me recuperé y llegaron las jugadoras del equipo, les pedí que nos comportáramos fuertes, somos un grupo muy lindo, muy unido y la que no iba a estar fuerte mejor que se fuera (don Jimmy al recordar se emocionó y se le entrecortaba la voz y hubo que esperar unos segundos), hasta creí que ya me había pasado y vea”, dijo sollozando el técnico.
“Usamos la estrategia de decir cosas vacilonas o curiosas. La recibimos con mamones chinos”.
Cuando salieron del estadio de Guápiles, donde se reunieron y ya iban rumbo a la casa de ella sucedió algo que retrata muy bien la personalidad de Yirlany, según Jimmy.
“Antes de llegar a la casa paré para que estuviera tranquila. Yo les he dicho que lean, y hacía 22 días me había pedido uno de mis libros. En ese momento me sacó un cuaderno con cosas que había escrito ella de su puño y letra, y fue reconfortante. Eran como versículos”.
Yirlany dice que tendrá paciencia para regresar fortalecida y con buena actitud.