La figura de Michael Jordan sigue dando de qué hablar, a raíz del documental “The Last Dance” (El último baile) en el que se cuentan innumerables anécdotas en su época como jugador de los Chicaco Bulls, equipo con el que ganó seis títulos de la NBA.
Ese era un equipo de leyenda que, sin embargo, tuvo a nivel interno muchas dificultades con las que lidiar, pero por encima de todo estaba Jordan, con su carisma y estilo dentro y fuera de las canchas, que motivaban en cierta parte a sus compañeros.
Su voraz competitividad lo convirtieron en un jugador capaz de hacer lo inimaginable para sacar beneficio de alguna situación, o de servirle para motivarse en los momentos en los que su equipo más lo necesitaba.
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Cuando llegaban las finales, tal y como se cuenta en la serie, su motivación crecía a niveles imponentes. Siempre tenía un objetivo por encima de todo: ganar y no dejar de ganar.
Por eso, ahora sale a la luz un hecho sorprendente que revela su preparador físico, Tim Grover, durante las finales contra los Jazz de Utah, en 1997.
La serie estaba empatada a dos y los Bulls viajaban a Salt Lake City para poder dar un golpe encima de la mesa.
En ese momento, Jordan empezó a tener “fiebre alta”, que le acompañaron durante todo el partido.
Pese a ello, el partido acabó con victoria de los Bulls tras una actuación inhumana de 'Air'.
Los de Chicago llegaron a perder por 16 puntos, pero Jordan, en solo un cuarto, anotó 17 y le dio la vuelta a la tortilla.
Su preparador físico Tim Grover asegura un hecho insólito en referencia a esa supuesta gripe.
“Realmente fue una intoxicación alimentaria. Una pizza en mal estado que solo él comió, le afectó directamente el estómago", reconoce Grover.
Todo surgió durante su alojamiento en Utah previo al partido. Los Bulls se quedaron en Park City, una zona conocida de aquel sitio.
Jordan tenía hambre y vieron una pizzería, pero estaba cerrada. De este modo, pidieron una para él.
Cinco hombres se la llevaron a la habitación del hotel y, decidido, se puso a comer. Grover tuvo un mal presentimiento y el resto de jugadores no comieron ninguna porción. Solo Jordan, que soltó: "Venga, hombre, no me jodas".
A las tres de la mañana, Grover recibe una llamada en la que le advierten de que acuda a la habitación de Jordan. Una vez allí, ve lo que imaginaba, Jordan había sufrido una intoxicación alimentaria y se encontraba acurrucado en posición fetal.
“Llamamos al médico rápidamente y esperamos a que llegara”, dijo Grover.
El preparador tenía claro que no se trataba de una gripe, sino que fue una intoxicación alimentaria.
Con esta nueva versión de los hechos, sea la verdad o no, hace pensar a muchos que esa pizza que llevaron a Jordan estuviera intoxicada a propósito con tal de que 'Air' no pudiera jugar el partido y los Bulls perdieran.
Sin embargo, pese a todo, el basquetbolista jugó, hizo un sensacional partido y dio la victoria a los suyos. Un deportista imparable contra todo y contra todos.
La serie ha sido un éxito en todo el mundo y en Tiquicia no ha sido la excepción, pues es la más vista en Netflix.