El nombre de Róger Rojas en el fútbol de Costa Rica ya se hizo habitual, ya que en el país ha vestido cuatro camisetas, la de Alajuelense, Cartaginés, Sporting y actualmente la de Puntarenas FC, aunque de todas esas, posiblemente con la que más se le relaciona es la rojinegra.
RoRo aspira, con el cuadro chuchequero, regresar al buen nivel con el que se le conoce en Tiquicia.
Precisamente, con el cuadro naranja, el pasado viernes 7 de enero fue a disputar un amistoso en el Centro de Alto Rendimiento de Alajuelense en Turrúcares.
Sincero, como suele ser, nos reconoció que esa visita le movió un poco los sentimientos, ya que afirma que su tiempo con el León fue muy bonito, por eso se conmovió bastante cuando los manudos le tenían una sorpresa y le regalaron una camiseta con su nombre y el número 21.
La foto, publicada en las redes sociales de la Liga, se llevó entre las patas a más de uno, que por unos instantes se ilusionó con que el catracho había vuelto al club, una muestra más del cariño que los fiebres erizos aún le tienen.
Más allá de recibir la chema, Rojas se sinceró con La Teja sobre ese momento en el que afirma que hasta tuvo que contener las lágrimas.
Hablamos con el catracho sobre ese momento y de sus primeros días con el cuadro porteño, que este domingo inicia el Clausura 2023 de visita ante San Carlos.
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- Ilusionó a más de uno posando con la camiseta de Alajuelense, lo que muestra que los manudos aún lo quieren mucho y hasta les gustaría verlo de vuelta, ¿cómo estuvo eso?
Vieras que cuando me dieron la camiseta sentí un poco de nostalgia, se me pusieron los ojos un poco llorosos, le dije a mi esposa: ‘Amor, vieras que me dieron una camisa, no sé qué hacer, estoy como que quiero llorar de la alegría, no sé'. Me fui para el baño y me lavé la cara porque no quería que mis compañeros me vieran así, todo lloroso.
Sentí algo muy bonito, realmente, fue un buen gesto de parte de la Liga, un equipo al que le tengo mucho cariño, el país entero sabe que es así, por lo que les agradezco mucho por el detalle que hicieron conmigo.
- Es claro que usted es profesional y se entrega por el equipo que juega, pero también es claro que para usted la Liga tiene ese condimento especial y posiblemente por eso le llegó tanto el detalle...
Pues sí, la verdad yo le doy gracias a Dios que el aficionado liguista todavía me recuerda con mucho cariño, ven que soy una persona muy respetuosa a la institución, que cuando me ha tocado enfrentarlos y anotarles, como con Cartago, no celebré, entonces por ahí ellos ven ese gesto, que soy agradecido con el equipo, los saludo y les digo que gracias por ese cariño sincero para mí.
- ¿Se imagina en algún momento al menos jugar un último partido con la camisa de la Liga?
Vieras que mucha gente me ha preguntado eso, que si me gustaría volver y, de gustarme, me gustaría, pero eso depende también de muchos factores, el rendimiento de uno, porque uno tiene que ser consciente, estar bien para poder despertar el interés de equipos grandes. De gustarme sí me gustaría, claro, es un equipo al que le tengo mucho cariño.
- ¿Cómo ha sido ese cambio de irse a vivir a Puntarenas? ¿El clima caliente lo ha golpeado?
Muy bien, el clima no me ha afectado. Honduras es caliente y gracias a Dios no ha sido un problema. He jugado en varios países, climas, estuve jugando en el desierto de Sonora en Hermosillo, México, en Arabia Saudita que es caliente, el calor del Puerto se siente, pero he estado en lugares más calientes todavía. Me he adaptado gracias a Dios.
- Entonces es como un término medio para usted...
Sí, sí, la verdad que sí, porque imagínese que en Hermosillo entrenábamos en la noche porque en el día era demasiado calor, igual que en Arabia.
- ¿Cómo ha sido su integración al equipo en estas primeras semanas?
Muy bien, muy contento, vieras que me he sentido muy feliz y contento, como rejuvenecido, he encontrado un equipo muy luchador, guerrero, humilde, a donde hay muy buenas personas y jugadores, es un equipo que tiene hambre de triunfar, el recibimiento ha sido muy bueno. Me he adaptado muy rápido a lo que quieren todos, desde los compañeros hasta el entrenador.
- Más allá de los objetivos grupales que siempre se apuntan alto, ¿en lo individual a qué aspira?
Mi objetivo para este año es hacer más goles, creo que por ahí, me he estado quedando en los goles, un delantero vive de eso, goles son amores. El objetivo grupal siempre es llegar a la final y pelear el título y el individual es pelear el goleo y hacer una buena cantidad de goles.
- En Alajuelense usted fue un delantero muy eficiente, pero en Cartaginés y Sporting le costó un poco más, ¿por qué ese bajón?
Vieras que es difícil, porque poner excusas es fácil, usted podría decir mil excusas, pero realmente a veces en el fútbol pasamos momentos buenos y malos. En Cartago hice diez goles en un año, no sé si es bueno o malo realmente, para mí es regular, por ahí podría ser más. Ya lo que fue el año pasado para mí fue malo, realmente, solo hice dos goles, no son buenos números para un delantero, a pesar de eso siempre trabajé y me entrené, he sido un profesional, espero que en esta oportunidad poder levantar.