El defensor del Cartaginés José Luis Quirós se ha convertido en unos de los chineados de la afición brumosa por lo empunchado que es en la cancha, parece un tractor porque no le niega la pata a nadie y no se cansa.
Así como es el terreno de juego lo es en la vida, pues resulta que el joven de 22 años se la juega bonito para desarrollar su carrera como futbolista y dedicarse a sus estudios en Administración de Empresas e Inglés.
El lateral derecho sabe que no puede dejar de lado sus estudios, pues para sus papás, Fernando e Isabill, es indispensable que obtenga una carrera que le permita defenderse por si por cosas del fútbol se lesiona y debe retirarse antes de tiempo o para dedicarse de lleno a una profesión cuando cuelgue los tacos.
“La verdad es difícil (estudiar y jugar fútbol), sobre todo en el colegio, porque uno debe ir todos los días, pero si uno quiere lograr las cosas debe tener mucha disciplina, mucho orden y tratar de no gastar tiempo en cosas que no tengan que ver con el fútbol”.
— José Luis Quirós
“Desde pequeño mis papás me dieron la oportunidad de realizar mi sueño como futbolista, pero siempre acompañando el fútbol del estudio, porque nunca se sabe qué puede pasar y si de un momento a otro se debe dejar la carrera.
“La verdad voy despacio, porque si llevara bloques completos sería no imposible pero sí muy difícil. Ahorita llevo una materia por cuatrimestre y también dedico al inglés una hora por semana”, afirmó.
José Luis aprovecha los lunes y viernes, días en que casi nunca hay partidos del cuadro blanquiazul para estudiar.
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“Si hay una situación especial debo justificarla, pero me da vergüenza hablar con los profesores, pero cuando he tenido que hacerlo, me ayudan mucho.
“Me hubiera gustado estudiar Ingeniería en Sistemas, pero es una carrera muy pesada, entonces por eso me incliné por administración. Aún me falta un año, pero la idea es ir poco a poco para no perder materias y si uno quiere crecer como futbolista, hay que ir al gimnasio, hacer trabajos extra, ir a terapias, porque solo así se puede”, manifestó.
La fe: clave de todo
Quirós vive en Tibás con sus papás y hermano William, quien también juega con el Cartaginés.
En diciembre pasado se anunció la llegada del zaguero al cuadro brumoso, luego de su paso por Sporting, equipo con quien logró el ascenso.
“La verdad me he sentido bien, acoplado con los compañeros y el tener a William cerca es importante, porque siempre quiero jugar bien junto a él y si alguno comete un error uno se siente más acuerpado”, comentó.
Además del apoyo de sus papás, de William, de su hermana, Fernanda, y sus sobrinos, Santiago y Sebastián, José Luis se siente respaldado por el de arriba.
22 años tiene el jugador.
“Todo lo pongo en manos de Dios, mis planes, mi presente y mi futuro y sé que lo único que debo hacer es un buen trabajo y que él decida sobre mi vida.
“Mi mamá es muy católica y desde pequeño nos han inculcado el amor a Dios y el nunca perder la fe. Siempre, por más ocupado que esté, saco un rato para orar, leo la Biblia cada vez que puedo y los fines de semana no faltamos a misa”, contó.
La nueva figura brumosa también contó cómo lo han acuerpado sus tatas en el desarrollo de su carrera como jugador.
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“Mi familia es muy deportiva, mi papá antes jugaba y mi mamá corre, siempre estuvimos ligados al deporte y en la escuela jugábamos y en cuanto lugar pudiéramos.
“Primero tuve un chance en Escazuceña, luego pasé a Barrio México y de ahí al Sporting, donde logramos el ascenso y agradezco toda esa experiencia, porque la Liga de Ascenso ha mejorado mucho, hay equipos que hacen buenas inversiones, son ordenados y me ayudó en mi crecimiento profesional”, relató.