Al hablar del carro de Iron Man no nos estamos refiriendo a una de las naves con las que Tony Stark, interpretado en el cine por Robert Downey Jr, salía en las películas de Marvel, sino a un chuzo que rueda por las calles de Costa Rica.
De la imaginación de don Luis Alberto Jiménez Ramírez, un vecino de barrio Cuba, de 56 años, es que salió una nave única y muy singular, ya que transformó un Kia Sportage 2016 inspirado en el personaje del escritor estadounidense Stan Lee en 1963.
La idea de este hombre era tener un chuzo que no tuviera nadie más, al igual que le suele pasar a los super héroes, llamara la atención de cualquiera apenas fuera visto, como por ejemplo el 27 de diciembre anterior, cuando desfiló con su vehículo en el Carnaval de San José.
-¿De donde sale Iron Man?
Todo empezó porque yo compré este carrito, en eso salió un papel vinílico o cerámica que le ponían a los carros y a mí me gustó mucho el rojo metálico, entonces en su tiempo yo lo forré todo en rojo metálico, estamos hablando que fue hace unos tres o cuatro años.
Después de un año de tenerlo así, me surgió la idea de tener un carro de super héroe, uno que solo yo tuviera y me incliné por Iron Man, me fui metiendo en figurillas y carros modificados y todo eso, hasta el día de hoy que me costó hacerlo como lo tengo ahora.
-¿Porqué eligió a Iron Man sobre otros personajes?
Primero, porque el personaje me llamó la atención y luego por otro detalle, este tono de papel rojo metálico la opción que se apegaba estrictamente era Iron Man, el que le quedaba bien por los colores que tiene, este mismo tono de rojo y dorado. Es el que más le iba y se adaptaba.
-Además de las modificaciones al auto, lleva muñecos, máscaras y muchas cosas de Iron Man...
Correcto, en la parte de atrás llevó muchas cosas, muñecos y diversas cosas que también han costado su plata, esa es es otra, porque el proyecto no era nada más “voy a hacerlo y ya”, hay que meterle bastante.
-¿Cómo fue el proceso para transformar el auto?
Primero le había pegado unas calcamonías, después me dije que no le iban al carro y entonces busqué a un señor que le dicen Cuba, que es especialista en fibra de vidrio, le di la idea y fue cuando me dijo cómo hacerlo, ya me hizo los detalles en la tapa delantera y trasera en fibra de vidrio.
Una vez que estaba haciendo ese trabajo, me sugirió que sería bonito que el de la tapa delantera quede destacado, que cuando hay eventos se vea de pie, me pareció muy bien. Los ojos además se iluminan tanto atrás como adelante, igual a los lados como un complemento.
Luego mandé a pintar los aros, uno dorado y otro rojo, por dentro también lo modifiqué, busqué fundas de asiento de Iron Man, lo modifiqué igual y así fui haciendo cómo fue surgiendo la idea.
-¿Cuánto ha sido la inversión para un proyecto así?
Cuando compré el carro a mí me costó ¢10 millones y le he metido ocho, ha sido mucho dinero, pero no me arrepiento, me encanta cuando paso y los chiquitos se sorprenden con el carro, me saludan, le toman fotos al carro y eso todo tipo de personas, llama muchísimo la atención. A mí eso me hace feliz, el carro se hizo para eso.
-¿Llama la atención por donde ande entonces?
Claro, una vez en Puntarenas me parqueé en el Paseo de los Turistas y cuando me di cuenta ya había una fila de gente tomándose fotos con el carro. Otra vez me pasó en San José, iba por la avenida 10 y me para un tráfico, me detuve a ver cuál era el problema y me dijo que es que nada más quería ver de cerca el carro, historias así se dan mucho.