Deportes

El campeón de segunda destronó al de primera, Puntarenas hincó a Cartaginés en el Fello

Cartaginés volvió a perder en el Fello Meza y da síntomas de campeonitis. Marcel falla segundo penal consecutivo

EscucharEscuchar

El campeón fue destronado este domingo por el otro campeón, el que viene de segunda, Puntarenas, que se paseó en el Fello Meza y le metió una dolorosa derrota de 3 a 1 que desnudó por completo al cuadro dirigido por Géiner Segura.

En el primer gol de Puntarenas la defensa brumosa se vio horrible.

La campeonitis brumosa está en su punto más caliente y los jugadores necesitan desintoxicarse de los festejos, entonarse en lo físico, cambiar el chip mental y ponerse a competir ya, porque se están quedando atrás.

A Cartaginés, el campeón nacional, le cayeron las siete plagas juntas al inicio del torneo, expulsiones, lesiones, cansancio, penales fallados, futbolistas que no pueden jugar por algún trámite y sobre todo, derrotas.

Nadie tenía en el vaticinio que los brumosos, con sus dos primeros partidos de local, ante rivales en apariencia accesibles, tuviera cero puntos.

Este domingo ante Puntarenas quedó en evidencia que algunos jugadores no están entonados físicamente, como Marcel Hernández y Jeikel Venegas. A este último lo expulsaron y tendrá un reposo forzado, como el de Michael Barrantes que aún le resta un partido de suspensión.

Era un duelo interesante, entre los dos campeones, el Cartaginés, que dejó atrás los 81 años de no serlo y Puntarenas, monarca de la segunda división que llegaron en situaciones diferentes. Los brumosos con dos derrotas sobre sus espaldas, incluyendo la de la Supercopa ante Herediano y la inesperada ante Grecia en la primera fecha y un Puerto que no se baja de la fiesta desde que subieron, con una vapuleada 4-0 en la primera jornada a unos Toros del Norte que lucieron inocentes.

Jemark Hernández puso de cabeza al Cartaginés, dominó a Marcel y marcó el segundo.

Pero dentro de esos males que arrastra Cartaginés están esas cosas raras del futbol. Una expulsión a los siete minutos de Dylan Flores, por una artera patada al pecho de un rival, aunque sin ninguna intención y otra roja extrañísima a Jeikel Venegas luego de que recibió un golpe en la cara de Daniel Quirós, quien también se fue expulsado.

Con tres jugadores menos en el terreno de juego, los brumosos fueron quienes perdieron, no solo porque tenían dos menos, sino porque los espacios a cubrir por cada jugador eran mayores. Y si el equipo arrastra piernas como es evidente en algunos casos, esa situación lo empeoró.

Y súmele un error administrativo, jugar a las once de la mañana, cuando el sol le echa más sal a la herida y obliga a los futbolistas a un esfuerzo supremo. Algo tendrá que hacer Cartaginés para evitar jugar de local en ese horario, al menos mientras se entona.

Marcel Hernández no anda fino en los paneles.

Puntarenas ni siquiera es un dechado de virtudes, es un equipo ordenado e inteligente, que planteó el partido para replegarse y para explotar sus puntos fuertes cuando va al ataque No se desgastó físicamente y logró controlar las emociones, tanto las brumosas como las propias.

Y el gol, cayó en el momento más oportuno. Cuando el línea acaba de indicar que había seis minutos de reposición, cuando Cartaginés quería ir al descanso, tomar agua, refrescar ideas, replantear el dibujo táctico ante la inferioridad numérica. Y entonces el Puerto fue al frente, Jemark Hernández mandó un centro al área de saque de banda, los brumosos dejaron picar el balón, una, dos veces, Jurguens Montenegro la pegó de espaldas a marco y por esos caprichos la bola dio en el horizontal.

El rebote fue directo a Yosertt Hernández, saltó sobre dos brumosos, les ganó el brinco y la mandó a guardar. Era el primer minuto de la reposición.

Luego, al nueve del complemento, el Puerto puso una lápida muy pesada, con otra plaga que cayó sobre el Cartaginés. La falta de entendimiento. En un tiro de esquina Kevin Briceño fue por la bola, su compañero Marcel Hernández también, no se hablaron, Briceño perdió la pecosa y el más atento al rebote fue Jemark. La mandó a guardar.

Y cuatro minutos después, un extraordinario Yosertt Hernández ejecutó un tiro libre al puro ángulo al que Briceño no le pudo llegar.

“He practicado durante la semana, es algo que trabajo”, expresó el porteño al final del partido a Futv.

La expulsión de Jeikel Venegas fue injusta y le pesó a los brumosos.

Cartaginés la pulseó

Pero el monarca tuvo arrestos, corazón, lucha y en los últimos diez minutos puso más emoción que en todo el partido. Carlos Barahona descontó el marcador con un frentazo al 81 y Marcel Hernández pudo poner el segundo, pero erró un penal que le detuvo Guido Jiménez. Si ese remate entraba, eran siete minutos de infarto.

Es el segundo penal que falla el cubano en el torneo. Otra plaga, eso sí, hay que decir que Jiménez no atajó el penal, lo achicó, se adelantó dos pasos.

“Al final es concentrarme más en el último paso a la hora de tirar, son cosas que pasan en el fútbol, hay que revisar para ver que estoy haciendo mal y hacerlo mejor”, expresó el caribeño.

Sin embargo, esas jugadas le dieron oxígeno emocional a los brumosos, que terminaron empujando con todo por descontar.

“Este es un equipo que va a remontar y salir de las dificultades, todos pueden pasar por esto, es el arranque de torneo, no estamos conformes, pero vamos a salir de la adversidad”, aseguró el cubano.

Allen Guevara es de los que no andan entonados, el Cusuco no ha pesado.
Franklin Arroyo

Franklin Arroyo

Periodista egresado de la Universidad Federada. Integra el equipo de Nuestro Tema de La Teja. Trabajó en el Periódico Al Día, corresponsal del diaro Marca para Centroamérica y editor de la revista TYT del Grupo Eka.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.