El Barcelona recibe este martes al Slavia de Praga (11:55 p. m.), en procura de dar un paso más hacia los octavos de final de la Champions con una victoria que sirva de consuelo tras la dura derrota del sábado en Liga.
La remontada del Levante en apenas siete minutos para acabar ganando 3-1 dejó tocado al Barça, apenas unos días antes de recibir al Slavia, último lugar del grupo F de la Liga de Campeones.
Líder de la llave con tres puntos de ventaja sobre el Borussia Dortmund y el Inter de Milán, el Barça necesita una victoria que lo consolide líder antes de enfrentarse a los dos rivales más fuertes del grupo.
En una jornada en la que todavía ninguno de los equipos de la llave puede asegurar su pase a los octavos del torneo continental, el Barcelona quiere tres puntos que serían como un calmante tras la imagen mostrada el sábado.
“Se ha torcido todo", se lamentó el técnico Ernesto Valverde el sábado tras el encuentro, advirtiendo que “la ventaja que tenemos es que cuando perdemos, las críticas son fuertes y reaccionamos. Esta vez no será distinto”.
Pese a la pérdida, el Barcelona mantuvo el liderato liguero, pero la derrota ante el Levante debe haberle traído a la memoria lo mal que lo pasó hace quince días en Praga, donde, pese a ganar 2-1, acabó acosado y salvado por las grandes paradas de su portero Marc André Ter Stegen.
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“Lejos del Camp Nou, el Barça se ha convertido en un equipo débil, que no amenaza ni tampoco se impone", afirmó este lunes el diario deportivo catalán Mundo Deportivo.
En ocho partidos oficiales lejos del Camp Nou, el Barça solo ha podido ganar tres, mientras mantiene su fortaleza en casa con seis victorias.
El equipo azulgrana recibirá al conjunto checo con la estadística como local a favor, pero mermado en ataque, ya que el delantero Luis Suárez tuvo una lesión muscular en la pierna derecha el sábado contra el Levante.