John McEnroe, uno de los más grandes tenistas de todos los tiempos, se rinde ante la evidencia. “En 20 años más, todavía se discutirá si Roger Federer, Rafael Nadal o Novak Djokovic es el mejor de la historia”, dijo esta semana el estadounidense.
El suizo, a sus 41 años, se retiró y dejó huérfana a una fanaticada que se enamoró de sus golpes, de su estilo y prestancia en la cancha.
Se va Federer y con él, parte de la historia reciente del tenis, que plantea la duda: ¿es el mejor jugador de todos los tiempos?
Con 20 títulos del Grand Slam, seis coronas del Masters de fin de año (más que nadie en la historia), 310 semanas al tope del ranking y un estilo que cambió el deporte para siempre, son muchos quienes creen que sí. Otros, sin embargo, optan por elegir a Rafael Nadal o Novak Djokovic, protagonistas también de las últimas dos décadas de la disciplina y que también tienen un currículo envidiable (ver infografía).
Una de las principales virtudes que todos le destacan al helvético es su estilo. Los movimientos casi perfectos que dibujaba sobre una cancha de tenis y que hacían ver demasiado fácil el deporte.
“Ha sido el mejor por su manera de jugar, movió multitudes de una forma que ningún otro lo hizo. Su técnica, su elegancia, ha llevado a que todos hayamos estado pegados al televisor cada vez que estaba en la cancha”, arguye el argentino José Luis Clerc, ex top 5 del mundo y actual comentarista de ESPN.
“Para mí, Federer mostró un tenis muy completo durante toda su carrera, podía competir en todas las superficies con el mismo estilo y tenía una gran virtud, que era un juego muy elegante, para resumirlo en una sola palabra”, opina otro trasandino, Andrés Schneiter, exjugador profesional y actual entrenador de Juan Ignacio Lóndero.
Algo parecido dice el ecuatoriano Andrés Gómez, excampeón de Roland Garros y que llegó a ser 4º del mundo.
“Más allá de sus títulos, de todo lo que ha ganado, lo que ha hecho por el tenis fuera de las canchas, la promoción, llevar el tenis a nuevos lugares, ser reconocido de la manera en la que lo ha sido, creo que ese es su mayor legado, la huella que deja en su carrera”, dice Gómez.
“Federer le dio una fisonomía distinta al tenis, muy diferente a lo que propusieron jugadores como los de mi época: (Guillermo) Vilas, (Björn) Borg, (Jimmy) Connors o McEnroe. Luego vinieron (Pete) Sampras y (Andre) Agassi, que también cambiaron el tenis, y ahora tenemos al ‘Big Three’, que le dio otra forma de desarrollar el deporte, con Federer como el primero”, destaca el ecuatoriano.
Gómez, de paso, entrega otro motivo por el cual el suizo está un pasito más arriba que sus contendores en la lucha por ser el mejor.
“Cada uno tiene sus propios favoritos. Hay países en que Nadal tiene más adeptos; en otros, Djokovic o Federer. Pero siento que Roger no tiene detractores, nadie dice algo malo sobre él, lo que sí pasa con los otros dos”, razona.
Ventaja Nadal
Sin embargo, no todos coinciden en que “FedEx” esté al tope del imaginario ranking histórico de todos los tiempos y justifican su decisión en los números, en los cuales Nadal y Djokovic, más allá de que dejó pasar buena parte de ese año por su reticencia a las vacunas, le sacan ventaja.
“Federer tiene una gran técnica, elegancia, presencia en la cancha. Pero para mí no es el mejor de todos los tiempos, porque va a ser quien gane más Grand Slams y ya no puede ganar esa competencia”, dice “Batata” Clerc, que por ahora defiende a Nadal, aunque “Djoker” podría superarlo por ser un año más joven.
Una opinión similar exhibe Andrés Schneiter, extécnico de Christian Garín.
“Al principio parecía que iba a ser el mejor de la historia, pero a lo largo de su carrera no termina siendo el mejor. Para mí, está por detrás de Novak Djokovic y Rafael Nadal”, se disculpa.
“No tiene registro positivo ni sobre Djokovic ni sobre Nadal en el frente a frente con ellos, no tiene más Grand Slam que ellos, tampoco Masters 1000, no es el tenista con más semanas como número uno...”, explica el “Gringo”, quien desliza su favoritismo hacia Djokovic.
Para Andrés Gómez, la comparación es difícil. “No sé si es tan fácil responder con los números, porque en algún momento (Roy) Emerson había ganado 12 Grand Slams y no era considerado el mejor de todos los tiempos, sino que lo eran Borg, Connors o incluso Ivan Lendl”, expone.
“Además, si yo creyera que ya está el mejor de todos los tiempos, sería aburrido. Me gustaría pensar que (Carlos) Alcaraz, (Jannik) Sinner o los que vengan pueden superar esas marcas, aunque hoy parece muy difícil, porque han dejado muy alta la vara”, sentencia Gómez.
Aun así, también hay concordancia en que, si bien Federer no necesariamente es el número uno en las cifras, sí logró generar todo un movimiento a su alrededor.
“Hay que decirle ‘gracias, Roger’, porque cambió el tenis y fue una persona que hizo que celebráramos cada vez que ganaba un torneo y que sufríamos cada vez que perdía”, sentencia Clerc.
Para el final, Andrés Gómez lanza una solución salomónica, cuyo autor original es McEnroe.
“Lo oí el otro día: Federer es el mejor tenista de la historia en pasto, Nadal es el mejor en arcilla y Djokovic, en cemento. Y ya”, cierra riendo.