EscucharCosta Rica, como es costumbre en los últimos tiempos, volvió a perder, ahora en el último juego de preparación antes de la Copa Oro ante Ecuador, 3 a 1, en el estadio Subaru Park de Filadelfia y sigue llena de dudas.
La Sele es endeble en defensa, no tiene claridad en el medio campo, el ataque es muy poco y la lectura del cuerpo técnico, a nuestro entender, es mala. Más bien nos fue bien con ese marcador.
Warren Madrigal, Roan Wilson y Carlos Martínez, por citar tres, son el fiel reflejo de la selección, quieren, pero simplemente no les alcanza para competir a esos niveles.
A Martínez y a Madrigal les ganan todas por fuerza, por velocidad, es que no les han enseñado ni a meter cuerpo, no saben cubrir una bola.
Roan juega a otro ritmo. Se tiene que pellizcar y entender que ya no está con el Municipal Grecia, donde tomaba la bola, hacía la pausa y filtraba un pase. La velocidad lo mata. Y en la Sele hay más como esos.
Muchos parecen no entender que estas son las grandes ligas, es la Selección Nacional, el sueño de todo jugador, menos el de uno, que nunca viene.
No decimos que faltan ganas, pues eso no es comprobable y estamos convencidos de que un jugador de la Tricolor quiere sobresalir. Pero sí es falta de fuerza, de velocidad física y rapidez mental, de calidad y en muchas ocasiones, de disposición.
Ecuador es una selección seria, buena, moderna, que juega a ritmo de Mundial, a ritmo de fútbol de primer mundo con Valencia, Estupiñán, Cifuentes. No tenemos uno así.
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Sí tenemos prospectos, como Josimar Alcócer,que está en esa lista. Le falta constancia, pero tiene voluntad, fuerza, explosividad.
También está Cristopher Núñez, acharita que le den pelota tan tarde en la Sele. Ese sí cubre bien una bola, conduce el esférico, intenta generar con pases filtrados.
Para seguir con una amplia trayectoria de buenos porteros, tenemos a Kevin Chamorro, el mejor, como casi siempre ocurre en los partidos de la Sele. Falló en el último gol, pero evitó que nos trajéramos una goleada peor.
Cerrando la lista está Carlos Mora, quien generó el gol luego de hacer lo que sabe muy bien: burlar rivales e ir al frente
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Suárez
Luis Fernando Suárez tiene la culpa en la escogencia de jugadores. Con más de dos años, un Mundial a cuestas y dos torneos locales vistos, debe afinar mejor el ojo.
Hay elementos que pueden dar para tener una selección que dé más pelea, pero tiene que darse cuenta que algunos no funcionan. Y que otros están mal escogidos, sin duda.
Warren Madrigal tuvo el gol de la apertura, luego de una buena presión entre él y Alcócer.
El extremos se la dejó a Madrigal, pero se atarantó, la bola le quedó por fortuna, pero entre la nervia y la precipitación, tiró sin ver. El portero Alexander Domínguez se la jugó y tapó el tiro. Hasta pudo haber penal por mano de Robert Arboleda, pero no pasó nada.
Luego, Núñez, el mejor del campo cuando estuvo, se jaló un remate muy lejano que el portero Domínguez controló con facilidad.
Pero Ecuador siempre fue mejor, con presión alta nos metía en problemas, con velocidad por los costados, con triangulaciones y con individualidades puso en penitencia toda la estructura defensiva del equipo (no solo la defensa).
El primer gol cayó al 20. La presión hizo mella en el medio campo tico, se perdió la bola y en tres pases estaban frente al marco.
Estupiñán ubicó al matador ecuatoriano, Enner Valencia, quien controló, amagó a Pablo Arboine y cruzó el remate para dejar sin nada que hacer a Chamorro.
El complemento pedía cambios a gritos y Martínez era uno y se fue, pero Suárez también sacó a Núñez, el que generaba algo y metió a Anthony Contreras, un cambio que a nuestro entender fue por mala lectura, pues los ticos necesitaban tener la bola.
Por eso la segunda parte inició con Ecuador controlando las acciones y sacó provecho al minuto 51 cuando Cifuentes se la dejó en bandeja de plata a William Pacho, quien clavó el segundo.
Antes de eso, los sudamericanos presionaron de forma asfixiante al cuadro nacional.
Costa Rica tuvo un respiro en el partido, con el ingreso de Carlos Mora. En la primera que tuvo, se quitó varias marcas de encimas, ubicó a Anthony Contreras por la derecha, quien dio un pase bueno a Campbell y el delantero la mandó a guardar.
El juego bajó de ritmo --por dicha--, quizás por los cambios de Ecuador y quedó la sensación de que Costa Rica equiparó. Eso se comprueba porque las acciones cesaron en el marco tico.
Pero aun así, Ecuador tuvo calidad para armar un ataque fino que concluyó con el tercer pepino. Fue un desborde por la izquierda que llegó a Pedro Vite, quien venció a Chamorro con un remate que se comió el portero al 82.
Costa Rica es un mar de dudas y la Copa Oro está a la vuelta de la esquina.
