A Doryan Rodríguez, delantero del Sporting, la vida le sonríe dentro y fuera de la cancha, y luego de meses de estar alejado por una lesión, pudo celebrar un gol como lo tenía planeado desde hace tiempo.
El muchacho de 21 años dejó de jugar en octubre pasado, por una dolencia en su tobillo izquierdo, durante un partido contra Saprissa. Y un día antes de ese encuentro se enteró de que iba a ser papá, por lo que su festejo tuvo que esperar, pero el 20 de enero anterior, se quito las ganas, cuando le anotó a San Carlos.
Ese día, el delantero marcó el único tanto de la mejenga, a los dos minutos y, de inmediato, no dudó en tomar la bola, meterla dentro de la camisa, para simular una pancita y hacer con su mano derecha el gesto de un bebé con una chupeta.
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“Durante esos meses pensaba en cómo celebrar si llegaba la anotación. Esta molestia no me dejó hacer ninguna actividad por un tiempo, tenía que estar acostado, cuidando mi alimentación para no perder la forma física.
“Mi pareja Estefanía tiene cinco meses de embarazo y vamos a tener un varoncito, se llama Julián. Esta nueva experiencia me ha cambiado para bien, ahora tengo los objetivos más claros, salir a la cancha y luchar por mi familia, que siempre ha sido una motivación extra. Me siento bendecido y con muchas ansias de tener a mi hijo”, contó a La Teja el futuro papá.
Una dura experiencia
Rodríguez regresó, oficialmente, con el primer equipo paveño, el 16 de enero pasado, en el juego contra Cartaginés.
“Pese a que fue mucho tiempo afuera, me siento bien, he ido tomando ritmo en los entrenamientos, en los juegos me siento muy motivado, porque estoy de vuelta y me siento agradecido con Dios, con todas las personas que me apoyaron en este proceso y a mi familia que me tuvo paciencia.
“Sufrí una ruptura de los ligamentos del tobillo izquierdo, tuve problemas en los dedos con ligamentos que estaban un poco tocados y, por dicha, y gracias al personal del club, no tuve que ser operado, me trataron la lesión de otra forma y me recuperé muy bien”, afirmó.
“Esta nueva experiencia me ha cambiado para bien, ahora tengo los objetivos más claros, salir a la cancha y luchar por mi familia siempre ha sido una motivación extra”.
— Doryan Rodríguez, jugador de Sporting.
A Doryan le colocaron una bota y con ella tuvo que permanecer un mes. Luego estuvo en reposo durante ese tiempo y no podía ni caminar, sólo se quitaba la bota para bañarse y así fue recuperándose poco a poco.
“Cuando tuve la lesión sentía que se me dormía toda la pierna, pero al calor del partido seguí jugando, y cuando terminó no podía poner el pie en el suelo, no podía ni caminar, no podía ni subir al bus del club.
“Al día siguiente no pude llegar al camerino, ese día me ayudaron unos compañeros y, en ese momento, me pusieron la bota y luego del mes comencé el proceso de rehabilitación. Me inmobilizaron el tobillo para que los ligamentos pudieran pegarse”, afirmó.
Madurez
Doryan llegó muy joven a Alajuelense, luego tuvo un paso por Puntarenas y ahora está con los albinegros. El atacante afirmó que él mismo pidió salir a préstamo porque quería crecer como profesional.
“Quería tener otro ambiente y, la verdad, estoy muy feliz en Sporting, me quedé muy sorprendido por las instalaciones y uno siempre quiere jugar más minutos, pero era algo que no podía controlar.
“A veces, no me prepababa al 100 por ciento y, al final, el único perjudicado era yo. Lo he ido cambiando y ahora acepto con madurez que debo prepararme para que cuando tenga oportunidad aprovecharla”, destacó.
El joven futbolista no ve en el cambio de club un retroceso en su carrera; todo lo contrario, optó por nuevos aires para seguir jugando y está feliz con lo que ha aprendido en este tiempo.
Además, está realizado por volver a trabajar con Luis Marín, a quien tuvo como entrenador cuando estuvo en Alajuelense.
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“Esto es más una motivación para salir adelante, lograr cosas que no había podido, tener más minutos. Definitivamente, me ha ayudado estar en otro ambiente.
“Luis es un muy buen entrenador, ya hemos trabajado juntos, cuando estuve en Alajuelense, y le agradezco mucho, porque me hizo debutar y siempre estaré agradecido con él, porque me hizo cumplir el deseo que tenía de niño y, gracias a Dios y a metodología de trabajo, puedo dar fe de lo esforzado que es. Siento que su sistema me va a ayudar a mejorar, porque es de mucha intensidad, de hacer presión y me va a hacer crecer como jugador”, expresó.