El equipo de Limón FC tiene entre sus filas a una pareja muy singular, que está unida por la sangre y su pasión por el fútbol.
Se trata del portero Dexter Lewis, de 39 años, y de su hijo Denzel Lewis, su hijo de 15 años, quienes realizan la pretemporada con la Tromba y tienen como objetivo jugar juntos en primera división.
La curiosa coincidencia se formalizó hace pocos días cuando el joven fue convocado para incorporarse a los entrenamientos del primer equipo, después de una visoría que hizo el cuerpo técnico del club caribeño en sus ligas menores.
Pero el asunto no se podía quedar ahí, ya que el tata le metió picante al asunto y retó a su chamaco a que le metiera un gol durante los entrenamientos, pero hasta este domingo, el güila no había podido vacunar a Dexter.
El guardameta confiesa que es una bendición tener a uno de sus ocho hijos entrenando a su lado y confiesa que ahora trabaja más que nunca para ser un ejemplo para Denzel.
“Cuando nació nunca me pasó por la mente tener la posibilidad de que pudiera estar al lado mío, debido a la edad, pero ahora Dios me ha dado una bendición, fue una inyección de vida para mi carrera, me ha motivado y me tiene trabajando más que nunca”, dijo.
Y no crean que Dexter se pasa chineando a su hijo, al contrario lo exige al máximo.
“Le he dicho que en la cancha es un compañero más, así que si lo tengo que regañar lo hago y si lo tengo que felicitar también. Él debe entender qué es la competitividad. Su anhelo es meterme un gol, pero aún no ha podido”, dijo Dexter sacando caja.
Denzel reconoce que ha intentado anotarle al tata de todas las formas posible y que le han quedado bolas perfectas para vacunarlo, pero que no ha podido.
“Me ha hecho muy buenas tapadas, y luego me pica y pasa retándome. Le está poniendo bastante”, comentó el quinceañero, quien sabe que su tata hace todo eso para ayudarle.
Buen ejemplo
Dexter está vuelto loco con el chamaco a la par suya y confirma que su hijo le está poniendo bonito para ganararse un lugar en el equipo.
“Lo tengo a mi lado y tengo que darle un buen ejemplo de lucha y esfuerzo en el trabajo. Debe aprender que sin importar las circunstancias, siempre se debe dar todo porque tiene que estar listo para cuando le llegue el momento”, explicó.
Dexter recordó que el fútbol es así, llega una opción y la toma el que se encuentre mejor preparado, mientras que los demás se quedan esperando otra oportunidad que muchas veces nunca llega.
“Él llegó de la escuela de fútbol de Limón y lo pasaron de divisiones por sus condiciones, no por la edad. Siempre lo he visto, tiene buenas cosas y eso habla bien de él”, dijo el papá.
Pero pero a todo eso, la llegada de su hijo a la pretemporada del equipo lo tomó por sorpresa.
“Me llenó de mucho orgullo, sé que se esforzó bastante”.
Dexter no vive con su hijo y comentó que Denzel es uno los mayores y que el que le sigue también tiene condiciones para el fútbol, mientras que el mayor le hace más al baloncesto.
El experimentado portero sabe que para que su muchacho sea tomado en cuenta, debe esforzarse el doble, pues este año, el club del Atlántico viene con todo y tiene muy buenos jugadores en toda las posiciones.
“Lo importante es que el profe (Luis Fernando Fallas) le está dando confianza, lo está tomando en cuenta”.
Sin duda, Fallas vio en Denzel virtudes con las que puede destacar del medio campo hacia adelante.
“Es un jugador técnico, tiene pase a gol, remate de media distancia, es inteligente y muy pensante, es un buen jugador”. dijo Dexter.
Denzel sabe que le faltan minutos y confianza, pero está dispuesto a dar la buena pelea, como le ha enseñado el tata, para quedarse y jugar en primera a la par de su papá.
“Mi sueño es jugar en primera división y que esté mi papá. Él siempre me da consejos, buenos consejos”, dijo el chamaco.
Dexter además, lo motiva a que siga con el estudio. Actualmente, Denzel está en el Colegio Deportivo de Limón y para su fortuna el profe de Educación Física colabora con el primer equipo de Limón, lo que le allanó mucho el camino al retoño de Dexter.