Adriana Ruano ganó este miércoles la primera medalla de Oro para Guatemala en unos Juegos Olímpicos y, además, lo hizo rompiendo el récord olímpico en París 2024.
Ruano ganó la medalla de oro en tiro deportivo en la prueba de foso femenino, un día después del bronce de Jean Pierre Brol en categoría masculina.
Ruano batió récord olímpico en una final que la eslovaca Zudana Rehak estableció en Tokio 2020. La plata fue para Silvana Stanco de Italia y el bronce para Penny Smith de Austrialia.
¡ES DE ORO! ¡ORO PARA GUATEMALA!🥇🇬🇹
— Claro Sports (@ClaroSports) July 31, 2024
De forma impresionante y con un trabajo perfecto, Adriana Ruano consigue récord olímpico y se cuelga la presea dorada en el tiro foso olímpico de #Paris2024, dándole a su país el primer oro en su historia.🔝
¡ORGULLO CHAPÍN!💙🤍#ParísEsTuyo… pic.twitter.com/CgdYILS5jp
Adriana Ruano soñaba con ser gimnasta olímpica, competía en gimnasia artística y soñaba con emular a Luisa Fernanda Portocarrero, pero 20 días antes del Mundial de Tokio 2011, donde debía buscar la clasificación para Londres 2012, le diagnosticaron una grave lesión de columna.
“Nos dijo que si iba a la competición tenía casi un cincuenta por ciento de posibilidades de regresar en silla de ruedas”, aseguró a Olympics.
La federación debía comprar los billetes al día siguiente, así que Ruano tenía que tomar una decisión cuanto antes. Con 16 años, su primera reacción fue desafiar las posibilidades. “Yo les dije a mis padres que yo iba, que no me importaba si regresaba en silla de ruedas”, recordó.
Pero finalmente entró en razón y renunció al sueño que había perseguido desde que era niña. “Si se te pone una pared enfrente, puedes buscar otro camino”, explicó.
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Y ese camino fue el tiro deportivo. Uno de los mejores amigos de su hermano era el tirador Rodrigo Zachrisson y, al conocer el diagnóstico de Ruano, le sugirió probar este nuevo deporte.
“En un inicio me dolió mucho dejar la gimnasia, y cuando yo veía el plato trataba de pensar que ese plato era mi pérdida, mi problema, y me daba cuenta de que cuando pensaba eso rompía el plato. Así que traté de agarrar el tiro como una terapia psicológica”, agregó.
Adriana Ruano comenzó a practicar el tiro deportivo a finales del 2012, y poco a poco renació su sueño olímpico. El momento decisivo fueron los Juegos de Río 2016, donde fue voluntaria precisamente en el campo de tiro.
Adriana Ruano cumplió ese sueño en Tokio 2020, precisamente la ciudad donde, 10 años antes, debía disputar aquel Mundial de Gimnasia Artística. Fue como cerrar un círculo y abrir uno nuevo.
Un sueño que en París 2024 se ha hecho dorado.