EscucharEl BMW modelo E36ti que pertenece al alajuelense Esteban Madrigal, de 34 años, es un hermoso automóvil que causa admiración entre los espectadores que lo ven competir o durante las exhibiciones de drifting.
El drifting es una modalidad de competencia que consiste en hacer derrapes controlados, en pistas adaptadas para ese propósito, para el deleite de los asistentes.
Parte del éxito del carro, modelo 94, es la conexión que Esteban ha logrado establecer con el vehículo, pues según él, es evidente que la gente lo nota.
Este es el quinto proyecto de un carro modificado que realiza Esteban y todos han sido chuzos de la marca BMW, que lo enamoró desde joven, pero esta nave, a la que en algún momento quisieron llamar Highlander, es con el que más cariño ha llegado a desarrollar, al punto que dice que de momento, seguirá modificándolo, sacándole más provecho y sobre todo disfrutándolo.
“Lo recibí en un negocio, no con gran interés, pero siempre con la idea de ver qué pasaba con él, si lo tomaba para competir, para uso diario o para drifting que es lo que me apasiona”.
“Cuando me enteré de que iban a hacer pruebas para drifting, lo armé, porque no estaba completo y cuando lo manejé me di cuenta de que era el carro que siempre había querido, es el que más me ha dejado disfrutar. No tiene límites, es aguantador. Cuando lo enciendo, él sabe que vamos a disfrutar al máximo, tengo una conexión con el carro que no sé cómo explicar”, manifestó.
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Madrigal dice que el carro no tiene muchas modificaciones y que las que tiene, no son las más caras.
“Tiene suspensión ajustable para carrera, el kit de tijeretas, el diferencial es soldado cien por ciento, eso me ayuda a que las dos llantas de atrás giren igual, el sistema de freno a mano es hidráulico. Una pregunta clave que siempre me hacen es si el motor es modificado. No. Lo único que anda es una mufla directa para carrera. No tiene ni más ni menos que eso, no anda una computadora programable”, añadió.
Madrigal cuenta que el carro causa mucha sensación en las actividades y las personas se acercan por una foto, montarse al carro o incluso le piden vivir la experiencia de dar una vuelta en el chuzo.
“A mí me encantaría darle una vuelta a todos los que se acercan, pero es imposible. Es mucha la gente que lo pide.
“Es una marca que desde joven me gustó, es una pasión, como un amor a primera vista. Mi primer carro de esa marca me lo regalé en un cumpleaños, no estaba en buenas condiciones y allí comenzó la travesía por esta marca. Tengo una relación bien tóxica, pero la sensación y esa conexión con esos vehículos es única. La gente que me ve, sabe que es así”, explicó.
Además, dijo que el BMW es un carro diferente y que cualquiera nota la diferencia. Comentó que la gente tiene la idea de que es un auto muy caro, pero explica que, actualmente, no lo es tanto.
“Se ha vuelto muy comercial, y eso lo hace accesible, la prueba está en la cantidad de BMW que se ve en la calle”.
El BMW E36ti de Esteban no solo cautiva al público en las pistas de drifting, sino que también ha forjado una conexión única con su dueño. Para ver más de este chuzo y su historia. Lo puede buscar en Instagram como Teban DF.
