En el currículum de Fabián Coito, nuevo entrenador de Alajuelense, sus doce años en la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) es lo que ocupa la mayor parte, allí dirigió a la selecciones sub-15, 17 y 20, entre el 2007 y el 2019.
Por cinco años fue el encargado del cuadro sub-20, un equipo con el que en 2015 ganó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Toronto y con el que en el 2017 fue campeón sudamericano.
Daniel Casas, entrenador uruguayo radicado en Costa Rica desde hace muchos años, tiene bien ubicado a su compatriota precisamente por el trabajo que realizó en la AUF. Él nos explicó la importancia que tiene en su país dirigir a esas ligas menores.
“Cuando vos dirigís una sub-20 en un país como Uruguay, Argentina o así, el 95% de los jugadores ya están jugando en primera división, porque en Uruguay si un jugador a los 18 años no debuta, difícilmente un equipo lo mantenga.
“Por ese lado, para mí, el hecho de que no haya dirigido equipos de primera división no le quita que ha trabajado con jugadores de primera división. Así son las cosas allá. No sé cuál es la diferencia, tanto así que incluso trabajaba con jugadores que ya estaban en Europa.
“Él estuvo en mundiales, en sudamericanos, después sé que estuvo en Honduras con la selección, pero es un lugar en el que hace años a casi todos los va mal, igual a él. Creo que el hecho de que trabajó en un país como Uruguay, con jugadores de primera división, le da peso”, comentó.
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En el equipo campeón de Sudamérica en 2017, Coito tenía jugadores como Rodrigo Bentancur, que para entonces jugaba en Boca Juniors y hoy lo hace en el Tottenham de Inglaterra, o el delantero Diego Rossi, que para ese momento lo hacía en Peñarol y hoy está en Los Ángeles FC de la MLS, por citar un par de ejemplos.
Para el exentrenador de Saprissa, San Carlos y Belén, entre otros clubes, dirigir ligas menores en su país es un puesto de mucho peso, pues al tratarse de un país exportador de jugadores, tiene muchas veces la obligación de darles el último empujón antes de mandarlos al extranjero.
“Uno de mis grandes amigos es Alejandro Garay, que fue el técnico de la sub-17 de Uruguay por casi diez años, y ese fue el grupo de trabajo del maestro (Óscar) Tábarez (exseleccionador de Uruguay), estuvieron con él ocho, diez, doce años, con él de hecho renunció todo el staff técnico.
“A ellos les piden fabricar futbolistas para Europa, es otro concepto, por supuesto que tienes que ganar, pero lo primero que tienes que hacer es exportar, porque es un país recontrapobre a nivel futbolístico y se vende de la exportación”, dijo.
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Casas considera que la elección de la Liga es buena, pues es un técnico que sí ha mostrado su capacidad de manera amplia, pero que en el fútbol nadie tiene garantizado el éxito o el fracaso.